Pareciera que las vacaciones fueran el espacio perfecto para que los padres (cada vez más) inscriban a sus hijos a cursos vacacionales en los que el niño tocará sus primeras notas musicales o donde dará sus primeras pinceladas. También es la época en la que muchos harán sus primeros goles o se quedarán horas frente al televisor y el computador con interesantes juegos que adoran.
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Después, al iniciar las clases, todas estas actividades quedarán a un lado para darles espacio de nuevo a los números, la ortografía, la ciencia y la disciplina. Y no se está diciendo que no sean aspectos importantes de la educación, o que en la música no haya ciencia, tampoco que en las artes no exista disciplina. Las artes son simplemente una manera diferente, divertida y, en la mayoría de los casos, mucho más efectiva de aprender cosas que, según la sociedad, “hay que saber”. Además de ser un pasatiempo, ayudan a desarrollar habilidades tan sustanciales para el ser humano que no pueden ser consideradas como actividades de mero ocio.
Para la Unesco, el desarrollo, a través de la educación artística, de la sensibilidad estética, la creatividad y el pensamiento creativo, crítico y reflexivo son condiciones inherentes al ser humano, constituyen un derecho de la niñez y la juventud.
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Hoy, la educación artística en niños y jóvenes no es un dilema exclusivo del Gobierno distrital ni nacional. A pesar de las muchas campañas y presupuesto destinado del Distrito, por medio de los Centros Experimentales de Educación Artística CEP (que agrupan a los colegios en torno del arte), cada hogar debe poner su granito de arena. Debe ser cultivo del aprendizaje y el acercamiento a las artes. El niño debe encontrar en su hogar un espacio para desarrollar las habilidades que le son enseñadas en las instituciones, y esta práctica generará a largo plazo docentes mejor capacitados para instruir en una faceta educativa tan relegada.
Música y arte. Una cuestión de igualdad
Para Charito Acuña, directora de la reconocida Escuela de Música Acuña, este arte es “un lenguaje generador de sensaciones”, no solo sirve como medio de comunicación sino que permite además un desarrollo emotivo trascendental si se alimenta desde temprana edad.
La cuestión con el arte en la educación, según Acuña, es un problema de igualdad: “Al niño que le gustan los deportes o al que le gustan las ciencias se le presenta la oportunidad de desarrollarse a nivel físico o intelectual; pero al niño que le gustan las artes muchas veces no se le da el espacio para desarrollarse a nivel artístico. Se trata de igualdad de oportunidades. El arte no está aislado del resto de disciplinas, ayuda a la lógica matemática, al lenguaje, a la disciplina y la concentración”, dice la pedagoga.
Experto
Las artes en el desarrollo
Los esquemas rígidos con los que muchos se ha formado pareciera que no fomentan el espíritu innovador para trabajar en una clase. Se repiten progresivamente discursos que ya no convencen a las nuevas generaciones de niños y jóvenes que viven inmersos entre juegos y dispositivos electrónicos, por lo cual reclaman más interactividad y creatividad de parte de quienes están a cargo de su educación.
El marco legal colombiano fomenta y pondera la formación basada en las ciencias sin dar relevancia a la formación artística. La situación es aceptada socialmente; los padres de familia, consciente o inconscientemente, buscan en el tiempo extra clase los espacios para permitir que sus hijos desarrollen sus habilidades de índole artístico (música, pintura, danza, etcétera), que en escasos modelos pedagógicos son consideradas baluartes de la formación.
Organizaciones mundiales como la Unesco ponen de manifiesto que el desarrollo del campo artístico es de gran importancia. En el país están claramente rezagadas esas competencias y así lo han expuesto los encargados de diferentes carteras relacionadas con la educación y la cultura, por lo cual en el 2006 se lanzó el plan nacional para las artes, con el fin de dar una mano y crear estrategias para fortalecer este tipo de formación. Se ha entendido que el estímulo por el desarrollo de competencias artísticas que propenden por formar en el campo de la innovación y el emprendimiento es determinante para contribuir al desarrollo del país.
La educación artística impacta gracias a que los mecanismos de enseñanza son prácticos. En palabras de Jauss (2002), siempre hay ganancia al interactuar o tener experiencias con el arte, pues invariablemente a través de esas interacciones se genera conocimiento. El arte desarrolla primariamente los sentidos, por lo cual se da paso a seres sensibles, observadores, creativos, todas estas competencias inherentes a un buen investigador. Se forman así las personas idóneas para construir un país como el nuestro con necesidades y retos en su desarrollo.
La música por ejemplo, en manifestaciones como canto, danza o interpretación de instrumentos y composición deberían ser una herramienta más en la formación del niño y no ser considerado como una materia de recreo o de menos importancia.
Expresarse a través de la pintura o escultura es tan valioso como saber tratar un textil y esto a su vez tan meritorio como saber el principio de Arquímedes o las ecuaciones algebraicas.
Reconocer en la formación artística una oportunidad y una necesidad permitiría formar seres autónomos, capaces de expresarse y de mantener sus puntos de vista, pero también de llegar a consensos; de desarrollar criterios estéticos y su libre personalidad.
Futuro
SEGÚN LA UNESCO, PARA LOGRAR UNA EDUCACIÓN ARTÍSTICA ÓPTIMA ES NECESARIO:
• 1. Crear programas regionales de investigación y formación continuada de los profesionales vinculados a la educación artística.
• 2. Promover un sistema regional de recolección y difusión de información en educación artística.
• 3. Crear colecciones y repertorios de obras latinoamericanas y caribeñas que enriquezcan la educación artística en artes visuales, musicales y escénicas.
Opiniones
“Cuando uno escucha música, se mueve. La música es un lenguaje generador de emociones”
Charito Acuña. Directora musical.
“Son muy importantes en la medida que permiten explorar el mundo de manera sensible y lúdica”
Fabián Díaz. Literato y músico.
“La música favorece el aprendizaje, la habilidad social, la capacidad de memoria, atención y concentración”
Mauricio Colmenares. Músico.
Lukas Tenjo