Los protagonistas de ‘Ni una sola palabra de amor’, el corto argentino basado en una grabación real de un contestador telefónico que circula viralmente en internet y televisión, dejaron de ser voces anónimas.
El diario argentino Clarín contactó a María Teresa y Enrique, cuyas voces protagonizan involuntariamente “Ni una sola palabra de amor” y los encontró viviendo juntos, desde hace 15 años, en Mar del Plata, Argentina.
“Ese casete es del 98. Nos habíamos peleado y me fui al departamento de un amigo. Después de tantos años, le sigue pareciendo mal todo lo que yo digo”, dijo Enrique, el villano del corto, al diario argentino.
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Aunque María Teresa vio el corto en televisión, no identificó su voz y simplemente le pareció una “casualidad” una historia que hablara de un Enrique y una María Teresa. Tuvo que cruzárselo varias veces para darse cuenta que era ella quien protagonizaba el corto.
“Me encantó y nos reímos mucho con Enrique. Vimos que el corto tenía premios, que el director lo hizo muy bien y el rol de la chica también está muy bien logrado. Ella no es parecida a mí en la personalidad porque yo tengo una bastante más fuerte de la que se ve”, dijo María Teresa sobre ‘Ni una sola palabra de amor’. “Si viene Campanella y me pregunta sobre la historia, hacemos una película ya”, añadió, refiriéndose al director Juan José Campanella, director de ‘El Secreto de sus ojos’, quien también ha celebrado públicamente el cortometraje.
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