Es imposible escapar de los avances tecnológicos, prácticamente los celulares, tabletas, videojuegos, computadores y dispositivos musicales empiezan a ser parte de la vida de una persona cuando se encuentra en la etapa de la infancia y al pasar la vida se vuelven una extensión más de cada uno. Pero hay que saber administrarlos y hay que educar para que el uso de estos recursos sea un beneficio y no un problema.
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El primer acercamiento
En esta regulación es muy importante ese primer contacto que se tiene con la tecnología, por eso los padres y acudientes deben ser quienes lo hagan en casa con los niños y que estén vigilando esta actividad. Pero no debe ser una vigilancia prohibitiva, más bien pedagógica e interactiva. Víctor Solano, experto en tecnología y comunicación nos da su visión sobre este asunto de tanto cuidado: “Es una realidad que los niños tienen acceso a este tipo de artefactos desde muy temprana edad. Los padres así también lo han decidido, han convenido entregarles tecnología, esto debería ser una condición para entrar a regular los usos, si el padre es quien entrega la tecnología es el encargado de regularla”.
Y bajo este principio se debe empezar a tratar el tema, los recursos y aparatos modernos no solo se deben entregar a los infantes sin un previo reglamento o normas estipuladas de uso, este primer paso es muy importante y marca un buen o mal inicio de cualquier niño en su ‘vida tecnológica’. “Se necesita que los padres entiendan muy bien la tecnología, qué se hace con ella, cómo son las nuevas formas de relacionarse con ella entre los más chicos, porque probablemente no coinciden con los estándares que conocieron los padres de hoy en día en su etapa de juventud”, afirma Solano sobre el acompañamiento necesario y compromiso puntual cuando se le obsequia o entrega a los niños esta primera responsabilidad y puntualiza: “Es importante acompañar la experiencia de uso para que se eviten los abusos”.
¿A qué edad es adecuado dar a los niños un recurso tecnológico?
Si hay una pregunta y conflicto grande entre los padres y adultos modernos es saber cuál es el momento indicado de dar a los niños dispositivos electrónicos o permitirles el manejo de estos, pues no hay una fórmula y depende de la visión o del método de educación de cada uno. Pero si se deben tener algunos aspectos como lo menciona Víctor Solano: “Hoy en día es un tema muy parecido a lo que se hace con una mascota, es decir, en la medida en que se le inculque que lo principal es el cuidado, hay que evitar que sufra cualquier daño”, por eso recomienda que el momento de dar esta responsabilidad es: “Cuando el hijo ya tiene una responsabilidad y un sentido de cuidado; esto generalmente sucede entre los 10 y los 12 años de edad. Pero es cuando vean la madurez en su hijo para responsabilizarlo de esto”.
Aunque hay otro tipo de consideraciones sobre la edad pertinente para que se haga esta entrega, así lo registra un estudio de la compañía Microsoft Colombia, apoyado por la opinión del pediatra Fabio Espinosa, en el cual se destaca que después de los 8 años, y por las diferentes tareas y diario vivir de los niños, es adecuado empezar a dejarlos entrar en este nuevo mundo y que trabajen con este tipo de dispositivos. Aunque hay coincidencia en que debe ser cuando se considere que ya hay un sentido de responsabilidad y consciencia en los infantes.
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Aunque no hay que prohibir ni restringir el uso hasta esta edad avanzada, ya que hay que llevar un proceso y este puede empezar desde varios años antes como lo indica Solano hablando de su posición de padre y con la experiencia que ha tenido: “Desde los 3 años los pequeños entienden perfectamente lo que es tecnología ‘touch screen’. Sabe qué son íconos, cuáles son los comandos y esto no significa que yo le esté dando un celular y que ya deba cuidarlo, pero si se le deja tocar e interactuar para que se familiarice”.
Un mal manejo puede traer desventajas
Según Víctor Solano hay que tener cuidado con muchos aspectos, empezando por el libre acceso a la tecnología sin una pedagogía o lineamiento adecuado: “Cuando se pierde el control, o nunca hubo, los niños hacen usos indebidos de la tecnología o sencillamente pueden perder la concepción de su realidad y empezar a vivir solo lo que sucede en las pantallas”.
Y aunque hay que tener parámetros y lineamientos claros para el control y acompañamiento con la tecnología, pero no hay que caer en la prohibición o el alejamiento de los avances modernos, esto sería contraproducente y lo explica Solano: “La desventaja que van a tener los niños alejados de las tecnologías es que van a estar atrasados respecto de otros que si tienen esa alfabetización en la materia”, esto también lo destaca Viviana Quintero, quien es la coordinadora de TIC’s e infancia de Red PaPaz: “El internet y en general la tecnología representan un aporte significativo para la calidad de vida de nuestros niños por su contribución a procesos pedagógicos y cognitivos”.
Solano concluye en este punto que debe haber una complementariedad entre ‘vida tecnológica’ y ‘vida práctica’: “Como padres y adultos responsables se les debe acercar a las tareas físicas y actividades reales, para que también tengan habilidades en estos espacios”.
El papel de las empresas de tecnología en el mercado infantil
Debe tenerse claridad en los programas que se les da acceso a los pequeños, por eso el experto consultado por PUBLIMETRO destaca que sí hay oferta y sí se satisface el mercado: “Ya hay muchas opciones, las tiendas virtuales están llenas de aplicaciones y programas para los niños, en Youtube hay muchos contenidos para niños menores de 4 años y de ahí en adelante”, sin hacer una promoción o recomendación en productos, el mismo Solano afirma: “Los hardwares en general son muy parecidos y competentes. La recomendación debe ser por el lado del software; que se tenga cuidado y se elija bien en los programas, aplicaciones y demás opciones que hay para entrar, interactuar y descargar”.
Y desde su propia vivencia, Solano pone un ejemplo puntual y de buen manejo: “Ya hay mundos virtuales, plataformas, que algunos ven como redes sociales, pero que son de un mundo virtual. Es el caso de ‘Club Penguin’ de Disney donde los niños navegan de forma segura, hay recompensas para ellos, hay diversión y los papas saben que los usuarios de allí son niños y no van a presentarse problemas”.
Por otra parte, empresas como Microsoft tiene programas de protección parental, que no están pendientes de la diversión o de las aplicaciones, sino que tienen el fin de controlar, hacer seguras las conexiones e interacciones de los niños en este nuevo mundo: “Protección Infantil es una herramienta que incluye un sitio web y un programa gratuito para instalar en los equipos que usan los niños, el cual permite darles cierta independencia, al tiempo que los padres supervisan lo que están haciendo. Protección infantil también puede ayudar a mantenerlos alejados de los sitios web inapropiados y solo permitirles conversar con personas previamente autorizadas”, destaca en su investigación la compañía.
La construcción de niños y empresas
La demandad de aplicaciones y necesidades de los niños son identificadas por las empresas y así nutren su oferta de contenidos, así lo destaca la Viviana Quintero de Red PaPaz: “Hemos empezado a ver niños youtubers o creadores de aplicaciones. Estos son niños que empiezan a ejercer sus derechos a temprana edad”.
Esta ‘co-construcción’ también la resalta el experto Víctor Solano: “Hay experimentos en los cuales los pequeños desarrollan contenidos de tabletas y plataformas, eso me parece muy positivo. Creo que el futuro está en el desarrollo de contenidos para la educación y desarrollados por los mismos usuarios, esto puede activar más a los niños para que tengan la oportunidad de crear lo que quieren”.
La tecnología en la educación
Esta debe tener las mismas condiciones de las que tiene un padre o un adulto responsable de los infantes, pero obviamente debe ser enfocada hacia crecer el conocimiento y educar de forma integral, aunque Solano identifica un problema sobre este caso: “Los maestros dejan abrir una brecha con el estudiante, que sabe más de las tecnologías nuevas y ante el temor de perder su poder en el aula, prefieren no usarlas”.
Por eso recomienda que haya un trabajo mucho más intenso en los docentes y que haya una capacitación adecuada: “El desafío en la educación es con los maestros y no con los estudiantes, que son los que aceptan y apropian todo fácilmente”.