Después de 52 años de combatir a las FARC, el Ejército y la Policía colombianos están listos para pasar la página de una confrontación que dejó miles de víctimas y a iniciar el cese el fuego bilateral y definitivo como parte del acuerdo de paz alcanzado con el Gobierno.
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Desde las cero horas del próximo lunes, las Fuerzas Militares suspenderán la «acción ofensiva», pero no la «persecución al delito», aseguró hoy el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, en una comparecencia ante la prensa acompañado por la cúpula castrense.
«A las 12 de la noche (del domingo) está previsto el inicio de ese cese al fuego y de hostilidades mediante directivas que tanto el ministro como los comandantes darán a todas las unidades en el país», detalló Villegas, quien dijo que esperan que las FARC «hagan también un anuncio» sobre el alto el fuego.
Sin ahondar en detalles, aseguró que esas directivas comprenden «todos los detalles de cómo se realiza ese cese al fuego», y confirmó que «están negociados ya todos los protocolos de qué sucede una vez arranque el cese al fuego».
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó ayer un cese al fuego bilateral y definitivo, que materializará en la práctica el acuerdo de paz rubricado el miércoles por su Gobierno y la guerrilla en La Habana al poner fin al conflicto armado.
Con esa histórica decisión «se termina el conflicto armado con las FARC, porque ese cese al fuego y de hostilidades es bilateral y definitivo», agregó Villegas.
El ministro explicó que «la acción ofensiva de la fuerza pública se suspende, la acción ofensiva de las FARC se suspende, pero también se suspende por las FARC la comisión de delitos».
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«Estamos en cese al fuego del conflicto, pero no en un cese de persecución al delito, es decir, la fuerza pública sigue manteniendo su deber constitucional de perseguir el delito, cualquiera que sea su autor, esté o no en cese al fuego para otros efectos», advirtió.
Villegas puntualizó que el Estado seguirá combatiendo la extorsión, el secuestro, el narcotráfico, la minería ilegal, el tráfico de personas y el contrabando, entre otros delitos «que deben ser perseguidos como lo ordena la ley».
Para el titular de Defensa, el reto en adelante será mantener los indicadores de seguridad que «mantienen una tendencia a la mejoría», con la baja, entre otros, de delitos como el homicidio, la extorsión, el secuestro extorsivo, las acciones subversivas y el terrorismo.
Villegas se refirió al operativo que las Fuerzas Armadas pondrán en marcha para garantizar la seguridad de los guerrilleros que se desplacen a las áreas de reunión para su proceso de desarme, desmovilización y reintegración, bajo supervisión internacional encabezada por la ONU, en un plazo de 180 días a partir de la firma protocolaria de la paz.
«Una vez arranque nuestro cronograma de desarme, desmovilización y reintegración de los 180 días que empieza con el ‘día D’ (la firma) empezaremos a ver los desplazamientos de las FARC hacia las zonas veredales», explicó.
El ministro indicó, sin precisar una fecha, que el «día D» será cuando «suceda la firma solemne de los acuerdos».
El miércoles pasado en La Habana, las delegaciones del Gobierno y la guerrilla rubricaron el documento para, según Villegas, darle «existencia jurídica» a lo pactado y someterlo a votación popular mediante un plebiscito que el presidente Santos fijó para el 2 de octubre y que deberá ser convocado por el Congreso.
Villegas señaló además que alrededor de 16.500 soldados y policías se encargarán de la seguridad durante el desplazamiento de los miembros de las FARC a las áreas de reunión para su desmovilización definitiva.
«El dispositivo general de la fuerza pública va a ser de unos 16.500 hombres entre soldados y policías que estarán listos a atender la seguridad del desplazamiento de las FARC hacia las zonas veredales de tránsito», sostuvo.
Como parte de las negociaciones de paz de casi cuatro años en La Habana, que concluyeron el pasado martes, el Gobierno y las FARC acordaron que los guerrilleros se concentrarán en Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN) y en campamentos como paso previo a la dejación de armas y la desmovilización.
De igual forma, el ministro anunció que tras «31 operaciones de reconocimiento en el terreno» por parte de las Naciones Unidas, la fuerza pública y una delegación de las FARC, se acordó reducir a 22 las zonas veredales y a seis los campamentos, para un total de 28 lugares. En principio se había hablado de 23 zonas veredales y ocho campamentos.
Este viernes Santos defendió de las críticas el acuerdo alcanzado con las FARC al manifestar que no hubo «concesiones por debajo de la mesa» y que la negociación fue «responsable» y «seria».
PUB/LP