Una masacre anunciada

“La alerta la hizo la Fiscalía desde 2017, avisándole al gobierno nacional sobre el incremento de los Carteles Mexicanos en Colombia, las actividades de narcotráfico que realizan en el país y de los riesgos en los que estaría la población donde hacen presencia estas organizaciones, población que hoy llora a jóvenes asesinados”: Andrés Camilo Hernández

Desde 2017, la Fiscalía General de la Nación, por medio de una misiva enviada a la Canciller María Ángela Holguín, realizó una alerta sobre la grave situación que se venia presentado a causa de la llegada masiva de ciudadanos mexicanos con destino al sur del país, y la participación de estos en actividades de narcotráfico. En pocas palabras, la Fiscalía le alertó al Gobierno, la llegada de los Clanes Mexicanos al país.

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Pero el contenido de la misma comunicación es más que clave para entender la situación que actualmente vivimos con la masacre en varias regiones del país, puesto a que, en la comunicación, la Fiscalía entrega datos importantes para saber donde operaban estos grupos armados al margen de la ley dedicados al narcotráfico. Para verificar si lo dicho por Néstor Humberto Martínez (en ese momento Fiscal General) es cierto, Migración Colombia le entregó a la Cancillería unos mapas comparativos de los destinos tradicionales de los mexicanos y de los nuevos destinos que estarían teniendo las personas que ingresan a Colombia, además de un mapa donde muestra en cuales territorios en la actualidad cuentan con altos índices de cultivos de coca.

En el documento que consta de tres hojas, el Fiscal General advierte sobre la posible incursión de la Banda Criminal del Clan del Golfo y de los Clanes Mexicanos, los cuales estarían tomando control en las zonas de la costa nariñense y más exactamente en los municipios de Samaniego y Cumbitara (lugares donde hoy se presentan masacres de jóvenes por parte de grupos armados), allí hay la mayor injerencia del narcotráfico.

 

Señala la comunicación que los componentes estructurales de estos grupos de personas permanecen armados con fusil, establecen corredores para el transporte de droga y realizan extorsiones y secuestros a los habitantes de la región. Desde esa fecha, en la zona se ven hombres de los carteles mexicanos como el “Cartel de Sinaloa”, quienes mandan, y muchos de ellos con complicidad de las autoridades.

La alerta la hizo la Fiscalía desde 2017, avisándole al gobierno nacional sobre el incremento de los Carteles Mexicanos en Colombia, las actividades de narcotráfico que realizan en el país y de los riesgos en los que estaría la población donde hacen presencia estas organizaciones, población que hoy llora a jóvenes asesinados.

 

 

Pero la respuesta de la Cancillería fue remitir a Migración Colombia para que ellos revisaran las cifras entregadas por la Fiscalía y realizaran contacto con las autoridades mexicanas, y poder tratar los temas correspondientes a la denuncia del Fiscal.

 

En dos oportunidades me reuní con el ministro encargado de la embajada de México en Colombia, pero se rehusó a colaborar con esta investigación sobre la presencia de los carteles mexicanos, por respeto a los acuerdos suscritos por los dos países.

Pero vemos que ni al anterior ni a este gobierno les interesó el tema (al menos para actuar y salvar vidas); a Duque no le importa el clamor de sus ciudadanos, sólo cuenta meticulosamente el número de los muertos de esta masacre porque utilizar a las víctimas es de lo que más le gusta a este presidente, pero solo para sacar sus cuadros hechos en Power Point. Le da igual que este país esté atravesando la peor situación en décadas, le da igual que no sea un problema exclusivo de algunas regiones, sino que tocan a todos, le da igual el contexto, el llanto de las madres, de los hijos, de las hermanas al ver los cuerpos de sus familiares asesinados a mansalva por grupos armados.

El Centro Democrático nos hace creer que con ellos en el poder tenemos otras cifras y el país funcionando, es tomarnos por tontos ya a estas alturas del confinamiento y de tantas masacres; les aseguro que de tontos ya no nos queda nada: mientras gritan a un preso “Uribe Libre”, en los territorios lloran a quienes les han asesinado.

Se queja diario Iván Duque en su programa de televisión donde solo pide la libertad de su jefe político y donde desgasta al pueblo una hora diaria en la que no dice nada nuevo, pero… ¿tiene algo qué proponer? ¿tiene algo qué decir? O será que debemos colocar en comillas las masacres y los problemas del país como bien le gusta a la alcaldesa de la Capital.

Es importante que la Corte Penal Internacional le ponga el ojo a la grave situación que se presenta en Colombia, en menos de un mes siete son las masacres que hemos tenido que vivir.

Andrés Camilo Hernández @AndresCamiloHR

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