Despertamos con un país inundado de gente, ciudades inundadas de desobediencia, cientos de locales abrieron sin ningún problema. En Bogotá estaciones de Transmilenio vuelven a su habitual lleno y unas medidas para salvar vidas que son pasadas por la faja. Vemos con preocupación que los comercios son más importantes que la propia vida y una pandemia que día a día aumenta y con ella los contagios y las muertes.
PUBLICIDAD
Mientras que la gente clama por ayudas, en el gobierno se preocupan más por la imagen del presidente en las redes sociales, un campo hostil donde no la tiene nada fácil, pero estamos en tiempos difíciles donde ese dinero puede ser usado para atender personas que claman por alimentos, médicos que gritan por ayudas para proteger sus vidas y salvar a los pacientes.
El gobierno de Bogotá, esta unión de Verdes, Activistas y Polo, ha autorizado a cientos de personas salir a laborar y la alcaldesa, que en mi opinión está gestionando la crisis de entrevista en entrevista, de acto público en acto público y de foto en foto, como lo vimos el fin de semana en Kennedy, que fue más el espectáculo que las ayudas entregadas a los habitantes de esa localidad.
Hoy por hoy, dejan bastante claro que el criterio económico está por delante del sanitario. Aquí han reclamado las comunidades por la crisis y la solicitud al gobierno para atender esta situación por la pandemia, pero faltan y vemos carencia de líderes en medio de esta emergencia, muchos sacan pecho, pero pocos son los que en verdad lo ponen.
Lo qué si queda claro es que los criterios sanitarios importan poco y la salud de los colombianos todavía menos, parece que los intereses empresariales y la confrontación política le importan bastante más a la alcaldesa Claudia López y hasta al mismísimo presidente Iván Duque.
Ahora debemos esperar para ver cómo las cifras de contagiados empiezan a subir de manera exorbitante, veremos las fosas que no alcanzarán para enterrar a todo aquel que el COVID se lleve y tendremos que regresar a un confinamiento que ya no será preventivo, sino obligatorio y permanente… Esto no es de una semana o un mes, esto lo sabíamos, que iba para más tiempo, pero prevalecen en Colombia los bolsillos de algunos por encima de las vidas de todos.
Al final, la vida no vale si salimos innecesariamente a las calles; lo he dicho en repetidas ocasiones, somos torpes si nos creemos héroes en la ciudad de cemento, terminaremos en los hospitales, donde al no tener la suficiente capacidad, serán los médicos los que decidirán quienes viven y quienes no.
El horizonte está aún lejos en esta emergencia y salir a las calles debe ser acatando las medidas de autocuidado y sobre todo, con la responsabilidad de todos.
Andrés Camilo Hernández @andrescamilohr