Ese es el interrogante que hoy nos hacemos cientos de personas que hemos sido víctimas de seguimientos e interceptaciones por parte del Estado, y además de los últimos hechos que salieron a la luz pública por perfilamientos adelantados desde el Ejército a periodistas y políticos en el país.
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Las preguntas sobran cuándo queremos saber la verdad, pero carecen las respuestas de quiénes fueron los autores o quiénes están involucrados en este escándalo. ¿Cuál es la razón de hacer seguimientos? ¿Creen que así detendrán la labor de investigar, informar y revelar cosas? Y una de las más importantes: ¿quién ordenó espiar?
Pensamos que el fantasma del DAS se había acabado cuando se dio por terminada la entidad, pero no es así; ese fantasma siguió de manera silenciosa. Las salas de escucha clandestina, la sala diamante de la Fiscalía General de la Nación y, peor aún, la inteligencia del Ejército están siendo usadas para este fin criminal, por así llamarlo.
En mi caso, estos seguimientos han sido notorios, uno de los más claros fue revelado por el mismo Fiscal General de la Nación en 2018, Néstor Humberto Martínez, quien en el debate de ODEBRECHT realizado en el Senado de la República afirmó que todo el barrio Rosales (en Bogotá) sabía de las reuniones que habíamos tenido con el exdirector de la ANI Luis Fernando Andrade y de manera textual se refirió así: “Pero me sorprende del Senador Petro, quien se reunió con Andrade por cierto para preparar esta investigación según cuentan en todo el barrio Rosales… En todo el barrio Rosales cuentan que usted se reunió con Andrade… Como parte de la conspiración de Andrade, dialogando con el Senador Petro… Ahhhhh Ahhhhh, no no no, claro, claro, juntos Andrade y Petro, que lo sepa el país en que andan, no, vayan y pregunten”.
Pero también en el debate sobre entrenamientos militares y la violación de Derechos Humanos. Ese día el Ministro de la Defensa sabía todos los detalles, fechas, imágenes, videos y todo el material que allí se iba a presentar para sustentar nuestras denuncias.
Aparte, ya es recurrente que se vean camionetas con vidrios polarizados constantemente frente a nuestras casas, bajan toman fotos o esperan hasta altas horas de la noche… ¿Para qué? O ¿Por qué? Claro que todo esto genera dudas y muchas de ellas hasta terror de saber que lo están vigilando.
Más que nunca pedimos respuestas ante los interrogantes que se han generado luego de este último escándalo. De buena fuente me informaron que no serían 130 sino que las carpetas son 500, las cuales hoy están en manos de la Corte Suprema de Justicia quien realizó el allanamiento. La revista Semana solo pudo acceder a 130 nombre de personas y se espera que se conozcan los demás nombres y las respuesta del caso.
No se puede hablar del día de libertad de prensa, cuando son los micrófonos los que están siendo chuzados.
@AndresCamiloHR