Opinión

Pasatiempo urbano

Eduardo Arias propone un recorrido imaginario por Bogotá en tiempos de cuarentena, ¿cuántos de estos recovecos capitalinos es capaz de ubicar en su mente?

En estos días de cuarentena salir a caminar a tomar fotos sería un despropósito, así como también lo es hablar de lugares de la ciudad por los que, en principio, nadie debería transitar en estos días salvo que sea indispensable hacerlo. No podemos ejercitar las piernas pero sí la memoria, y recorrer la ciudad con nuestros recuerdos.

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Supongamos que estamos en el centro de Bogotá, en la Avenida Jiménez con carrera Séptima. En la esquina noroccidental hay una iglesia colonial, con fachada en piedra y campanario blanco. Sí, esa, la que está enfrente al edificio del Banco de la República. ¿Cómo es que se llama?

Caminamos por la carrera y, frente al parque que le rinde homenaje a un expresidente con apellido de departamento (¿cómo es que se llamaba este prócer?) vemos algo muy curioso. Al lado de esa iglesia hay otra iglesia, y enfrente a esa segunda iglesia, separada por la calle 16, hay una tercera iglesia. Tres iglesias en línea, una detrás de la otra. Sus nombres también se me escapan, seguramente ustedes sí los recuerdan.

Seguimos nuestra despreocupada caminata rumbo al norte por la Séptima peatonal, atravesamos la Avenida 19 y una cuadra al norte nos encontramos con otra iglesia. ¡Qué cantidad de iglesias! Ya van cuatro en cinco cuadras. Y si le sumamos la Catedral Primada, que está a nueve cuadras… Pero bueno, estamos en la iglesia de… se me escapa el nombre… ¿cómo se llama esta iglesia? Sí, la que está ubicada a la altura de la calle 20 y que le da nombre a una plazoleta y a un barrio. En fin… Ya me lo dirán ustedes.

En esa plazoleta de cuyo nombre no quiero acordarme queda la librería de la universidad… bueno. Una universidad muy importante. Me encanta caminar por la Séptima. ¿A ustedes no? Uno ve edificios de distintas épocas. Por ejemplo, ese tan bonito que es un gran teatro. El que antes se llamaba Teatro Colombia y ahora lleva el nombre de un destacado líder político que no pudo ser presidente porque lo asesinaron hace exactamente 72 años.

Esa caminata por la séptima nos lleva a una esquina que me gusta mucho, que es donde la Calle 26 pasa por debajo de la Séptima. En el costado oriental está un edificio de ladrillo muy bonito, que se llama Parque Independencia, y enfrente está una torre. La torre… ¿cómo es la cosa? En fin… Esa torre. Subimos un poco hacia el oriente por el parque Bicentenario, el que ahora cubre un tramo de la 26 y llegamos a un museo que fundó Marta Traba y que desde hace unos 40 años ocupa esta sede que diseñó Rogelio Salmona y que ahora se le conoce por el nombre de un ritmo caribeño que tengo en la punta de la lengua. Mientras ustedes me recuerdan ese nombre atraviesamos el Bicentenario y el parque de al lado… El que es como en pendiente, el de las palmas de cera que queda pegado al Planetario y a las Torres del Parque. Paso junto al Planetario y llego a la Carrera Séptima. Para ser consecuentes, les sugiero que terminemos este paseo en otra iglesia, una colonial y que durante muchísimos años fue el extremo norte de la ciudad. Qué cantidad de iglesias en apenas 11 cuadras. Sí, ya adivinaron. Necesito que ustedes me recuerden cómo se llama.

Respuestas, en orden de aparición:

San Francisco

Parque de Santander

La Veracruz

Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco de Asís, más conocida como “La Tercera”.

Las Nieves

Universidad Nacional

Teatro Jorge Eliécer Gaitán

Torre Colpatria

Museo de Arte Moderno de Bogotá (MamBo)

Parque de la Independencia.

San Diego.

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