El fin de semana un trago amargo vivió no solo el Presidente Iván Duque, sino el Embajador en los Estados Unidos Francisco Santos, al saber que tuvo que volar a Colombia por pedido del mismo mandatario al conocerse el polémico audio donde revelaba varias cosas explosivas que hablaba de algunos de sus copartidarios, entre ellos el nuevo Ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo y el ex ministro Guillermo Botero. Pero lo más grave de todo es como cataloga de ONG al Departamento de Estado del país aliado más importante.
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Pero esto no solo ha sido un trago amargo. Desde la semana pasada, varios medios de comunicación como el pasquín del Uribismo “Los Irreverentes”, en cabeza de su director Ernesto Yamhure, me han declarado la guerra al señalar que sería una de las personas que habría chuzado y difundido tal grabación.
Tanto es el desespero de una persona que, si bien recordamos, tuvo que salir del país cuando le revelaron sus cercanías con el difunto líder de las AUC, Carlos Castaño, a quien dicho periodista le daba recomendaciones para editar sus columnas. Pues ese mismo saca un artículo en dicho medio, a lo que una prestigiosa revista colombiana “Semana”, reprodujo de forma irresponsable sin hacer verificación alguna de la información, que no solo pone en riesgo la seguridad e integridad de mi familia, sino que hace que mi nivel de riesgo se incremente.
En los últimos días, el número de rondas policiales han incrementa exageradamente por mi casa (y no para cuidarme), varias personas se asoman al parqueadero de la misma y tres son las amenazas que han llegado por medio de redes sociales, donde señalan que me asesinarán si sigo hablando. Así es la retaliación que traen notas de medios por su irresponsabilidad y las ganas de subir su audiencia, pero no se dan cuenta el daño tan gigante que no solo me hacen a mí, sino a toda una familia.
He revisado con pinzas el tema junto con mi abogado para tomar las medidas judiciales correspondientes, al tiempo que he solicitado a la Unidad Nacional de Protección reforzar las medidas de seguridad debido a la exposición mediática y las amenazas de muerte que ha desencadenado la irresponsabilidad de unas cuantas letras.
Mientras que ellos se desgarran las vestiduras por intentan acabar de alguna manera, yo seguiré en firme buscando un cambio para mi país, desenmascarando a los corruptos, denunciando a todo aquel que sea necesario por medio de mis letras y mis columnas, así me cueste la vida, pero sé que valdrá la pena luchar.
A Francisco Santos solo le recomiendo que renuncie, es muy feo que su propio jefe pueda tomar la decisión de despedirlo. Usted la embarró y muy feo al hablar de la forma en que lo hizo, pero también debe aprender que temas tan delicados no se hablan en un pasillo y mucho menos en una cafetería, para eso existe el despacho que se le fue asignado, ya que su conversación al ser pública no violaría la intimidad: usted es un funcionario público y los temas que hablo son del mismo calibre.
Nota. ¡Qué viva el Paro Nacional! Debemos resistir en las calles, los días y noches que sean necesarios para buscar un cambio en el país.
Twitter: @AndresCamiloHR