Todos (sí, todos) han escuchado alguna vez el nombre de “Goku”, “Naruto” o “Pikachu”. De vez en cuando es importante perderse y volver a soñar, misión en la que Japón es todo un experto. Aún en la lejanía, esta islita ha tocado las puertas del niño que llevamos dentro pues quién no ha soñado con poseer la fuerza de Gokú, vivir en Konoha o llegar a ser el maestro Pokemon que Ash no ha podido ser desde 1997. Bueno, este pequeño país tiene muchas más maneras de viajar a otros mundos; por tanto, si la realidad lo cansa o los noticieros lo agobian, Japón le presenta dos buenas opciones que quizás no conozca.
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Éstas son la novela 1Q84 de Haruki Murakami, el escritor japonés más conocido alrededor del mundo, y la película ¿Tu Nombre? (Kimi no Wa Kami), la cuarta película más vista en la historia de este país. Su fuerza para extraernos de nuestra realidad reside en que son dos historias en las que los protagonistas hacen literalmente lo imposible para encontrarse. Sí, el amor existe (realmente existe, sí), pero eso no es suficiente, los personajes de estas obras querrán encontrarse con sus amados a pesar de que metafísicamente sea absurdo. Unos soñamos con la fuerza de Goku, otros con la perseverancia de Naruto y otros con los deseos de Ash. Falta soñar con alcanzar un amor inalcanzable.
En 1Q84, el lector es introducido a un 1984 como el mundo lo conoció: monótono y aburrido. El lector empieza a percibir que algo extraño ocurre cuando sus dos protagonistas, Aomame y Tengo, viven situaciones conectadas entre sí. Pronto, se da cuenta de que unas “Pequeñas Personas” desean controlar el destino de la gente llevándolas a un mundo alterno y nuestros personajes son transportados a esta nueva realidad. Aquí, Aomame y Tengo se aferrarán a los recuerdos que tienen de cada cual para sobrevivir, aun cuando no se hayan visto por veinte años. Aomame, asesina experta, y Tengo, escritor fantasma que sacó a la luz los secretos de estas “Pequeñas Personas” en su novela, deberán sobrevivir a fuerzas astrales que no comprenden, a una organización religiosa llena de secretos y a destinos entrecruzados; todo bajo la mirada atenta de dos lunas. No les contaré si Aomame y Tengo logran encontrarse y expresar su amor, pero sí les diré que ser testigo de una novela de ficción que se hacía realidad en el año 1Q84 me pareció una experiencia fantástica.
Aomame y Tengo al menos viven en el mismo mundo paralelo, Taki y Mitsuha viven en tiempos distintos ¿Cómo encontrarse con una persona que vive a tres años de diferencia? Intercambias con ella en tus sueños. Qué mejor manera de conocer a alguien que intercambiando cuerpos y viviendo sus respectivas vidas. Sin embargo, ¿qué ocurre cuándo una de ellas se pierde de forma irreparable? ¿Un humano es capaz de enfrentarse a la fuerza inexorable del tiempo para cambiar el pasado? Si quieren descubrir si Taki y Mitsuha podrán encontrarse en el presente, véanla. Además, es una historia hermosa que nos recuerda que siempre podemos sobrepasar nuestros propios límites.
Si no los he convencido de embriagarse con estas obras, recuerden al niño que alguna vez vio a Goku, Ash y a Naruto. Ellos arrastraron a ese niño a un mundo donde la valentía, la perseverancia y la amistad lo cambiaban todo. Vuelvan a tomar las riendas de sus vidas viendo cómo estos personajes aniquilan al mismísimo destino.
Por: Juliana Vargas