Eso de que el universo conspira contra uno es mentira. Si el computador se daña cuando usted lo coge, el control del televisor no funciona o llueve el día que sale sin paraguas, es pura coincidencia, no significa que la tecnología o el clima lo odien. Buenas o malas, las cosas solo pasan y nosotros tenemos la posibilidad de cambiar nuestro destino. Sin embargo, el del Sitp parece sentenciado.
Haga el ejercicio de entrar a Google y escribir Sitp. No en la sección que dice ‘Todos’, en la parte superior del menú, justo encima donde salen los resultados de la búsqueda; tampoco en la sección de ‘Imágenes’, aunque si escoge esa, quizá dé con la foto de uno andando en el separador de una avenida principal, sobre el pasto, como si ese fuera una carril especial creado para él y los suyos. Escoja más bien la sección de ‘Noticias’ y verá que la mayoría de notas que se hacen al respecto del Sistema Integrado de Transporte de Bogotá son negativas.
No sé si sea malintencionado o si con sus buses solo pasan cosas malas, pero es automático. Al hacer eso la semana pasada encontré sin mucho esfuerzo que uno había cogido un hueco y terminó en un caño, que otro se estrelló contra un taxi y se voló, que a otro lo atracaron, que uno más fue estrellado intencionalmente por su conductor para evitar un robo. Eso en una semana agitada, porque cuando “no pasa nada” con ellos, los ve uno varados en una calle cualquiera. Y para rematar, sale Peñalosa diciendo que el déficit es enorme y que todo el sistema es una “bomba atómica”. Todo apunta a que lo van a liquidar.
Y no es solo en internet. Oiga la radio, ponga el noticiero y las malas noticias se suceden, una tras otra. Y es más raro porque hay usuarios que lo adoran. Mi madre, por ejemplo, lo vive cogiendo y dice que es muy bueno, vaya uno a saber a qué hora y qué rutas toma. El punto es que a veces parece que estuvieran en contra del sistema por ser un legado de Petro, quizá uno de los personajes menos queridos por los bogotanos que siempre han manejado la ciudad.
Pero yo no soy nadie para juzgar ni decir qué está bien y qué está mal. Yo solo leo las noticias y tomo nota, y la verdad es que solo con leer los titulares no dan ganas de subirse a uno. Pase lo que pase, este Sistema Integrado de Transporte será recordado como otro de los intentos por organizar el transporte masivo de la capital. Yo creo en pocas cosas, entre ellas que estemos cerca de ver un sistema ordenado y eficiente para movernos en la ciudad, pero creo en Google, que es como Dios: lo sabe todo, hasta los pecados del Sitp.
*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.