Opinión

Mamarse el ‘IndiEsnob’

Por: Mauricio Barrantes / @Mauriciobch

Por estos días he pensado en la viabilidad de montar mi propio ‘chuzo’ para independizarme de las cadenas esclavizadoras de la sociedad capitalista. Y aunque la frase sea mamerta, la verdad es que ha sido imposible no inspirarme en los ejemplos de las minorías intelectuales de la comunidad culta bogotana. Ellos merecen ser escuchados para evitar que más hipsters, lumbersexuales o esnobs sean discriminados en Petrópolis.

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La Bogotá Humana debe hacer esfuerzos para apoyar las iniciativas culturales de las minorías, como en el caso del Festival Independiente de Bogotá (IndieBo), que es la ventana de expresión de muchas personas que están en situación vulnerable.

Y es que es preocupante la reciente epidemia del ‘EsnobismusH1N1’, una enfermedad que ataca a través de la bacteria ‘IntelectusCaros’, capaz de modificar los procesos mentales de sus víctimas, porque los lleva a imaginar submundos intelectuales (como cuando Moreno de Caro fundó una universidad) y, además, hace olvidar el español. El caso más grave se vio hace unos días en el centro comercial Avenida Chile, en el momento en que con bombos y platillos se anunció la llamada ‘red carpet’ del IndieBo, sí, alfombra roja en criollo, pero que dejó ver que los organizadores de ese festival podrían sufrir de esa penosa dolencia.

Lo preocupante es que las autoridades sanitarias no reaccionaron con rapidez y, por el contrario, vieron sin preocupación la inauguración del festival, en la que estuvieron expuestos los grandes representantes del cine nacional, como los presentadores de La red y la bellísima exreina Paola Turbay, ¿qué sería del séptimo arte sin ellos?

El alcalde de Petrópolis (su excelencia, Gustavo Petro), que tanto insta a tener una ciudad con igualdad de oportunidades para todos, y todas, debería ayudar a los esnobs a los que les cuesta decir en español palabras como snack, backstage, happy hour o brainstorming. Y es que así muchos hayan sido tristemente desplazados por varios meses a países anglófonos, se les tiene que reeducar para que recuerden que aquí se dice ‘sumercé’, ¿ok? ¡Entiendan! Es mejor echarle la madre a Donald Trump en español.

Pero dejando a un lado el tema del lenguaje, lo cierto es que estos espacios de la gran cultura bogotana, como el IndieBo, lo ponen a uno supersensible. La razón es simple, cualquier iniciativa que busque formar públicos en una sociedad tan acostumbrada a Hollywood tiene que ser bienvenida y enaltecida. Y si usted es de los intolerantes, ‘venga le digo’, ¿qué tiene de malo comer ‘palomitas’ al lado de un esnob? Aunque lo miren mal por entrar con su combo, haga la fila con ellos y escuche sus acertados comentarios cinéfilos, al final son humanos común y corrientes que quieren ser escuchados y reconocidos por sus rebuscadas y multilingües palabras.  

Así que je suis esnob, pongámonos la camiseta y apoyemos este festival. No importa que la base de la receta sea la de sumar más farándula y más show, si al tiempo se trae talento de Sundance y Cannes y se puede dialogar con Sean Baker o César Acevedo. En el fondo, los organizadores son verdaderos intelectuales porque entienden la lógica del mercado: poner a famosos de la televisión local para que la gente se habitúe y deje de ver como desconocidos a los talentos independientes del cine.

Conclusión, mámese lo esnob y disfrute de las joyas que trae. De esta forma, calidad local, como La tierra y la sombra, o foránea, como Tangerine, podrán incluirse en su mente como referencias para un posible futura conversación con la comunidad E.

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.

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