Como muchos en Colombia, mi afición por muchos deportes tiene que ver con el momento que se vive, me explico: empecé a entender que es una pole position gracias a Juan Pablo Montoya, supe del patinaje por ‘Chechi’ Baena y de BMX por Mariana Pajón. Ahora con Nairo y ‘Rigo’ reviví recuerdos de infancia cuando Lucho Herrera llegó a la meta con la frente bañada en sangre pero siempre en alto y sin rendirse.
Una de las cosas más interesantes que tiene el Tour de Francia es el trabajo en equipo que parece parte del ADN de todos los competidores, y es que un ambiente tan reñido como lo es una de estas competencias, en la que todos los participantes son deportistas de primera línea, es muy interesante ver cómo se apoyan el uno al otro para poder dar el mejor resultado como equipo y, mejor aún, cómo se apoyan sin importar si son rivales y se dan un “empujoncito” para que su compañero de ruta avance.
Trabajar en equipo es una de las cosas más complejas que pueda existir, pero a la vez es una de las más retadoras, ya que poder conjugar el conocimiento, experiencia y carácter de cada uno de los integrantes del equipo con las ambiciones y ego propios para poder enfocarlos en una meta común no es para nada fácil, pero claramente no es imposible.
Y ojo, que trabajo en equipo no es un término que aplique solo para tu actividad profesional, porque se trabaja en equipo cuando haces un plan con tus amigos para divertirte, o con tu pareja cuando estás tratando de generar una sana convivencia o educando a tus hijos. Por más apartados que queramos estar de todo nunca estamos solos, y esa interacción constante es la mejor herramienta que podemos encontrar para ser mejores.
De allí que el liderazgo no sea algo exclusivo para la cabeza del grupo, de hecho cuando el liderazgo es asumido únicamente por una persona, todo empieza a decaer ya que una de las claves para avanzar es poder ver el panorama completo, nadie puede moverse a ciegas, y aun cuando cada persona tenga intereses particulares siempre hay un punto en el que se pueden conjugar para dar prioridad al objetivo común, y de allí derivar resultados que se traduzcan en beneficios para cada integrante del equipo.
Pensar en nuestro bienestar y beneficio es importante, ya que poder estar bien nos permitirá dar cada vez más y mejor de nosotros mismos; pero pensar exclusivamente en nosotros y en nuestro bienestar solo da pesar… ya que es negar que tenemos una constante interacción, que quienes nos rodean son importantes en su rol, que de todos podemos aprender y que entre todos nos podemos beneficia
Dar lo mejor de nosotros no requiere mucho esfuerzo, pero poder controlar lo peor de nosotros (nuestro ego, orgullo y envidia) sí que requiere un gran esfuerzo. Sin embargo, cuando logramos hacerlo, sin importar nuestro rol o nuestra posición, nos volvemos verdaderos líderes de nuestra vida y empezamos a entender que solos podemos hacer, ¡pero juntos podemos lograr más y mejor!
*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.
