Opinión

¡Hay que perder el control!

Por: Schneur ZALMAN Ben-Chaim, Koach personal y empresarial. Conferencista, autor, radio host y panelista en LunaBLU de BLURadio @ZALMAN5K

Hace unos días hablábamos en @LunaBluRadio de aquellas ocasiones en las que las personas se han sentido manipuladas por sus seres queridos para satisfacer un interés personal o, simplemente, para tener el dominio de la relación.

En un mundo donde lo caótico domina, donde la vida se nos va entre trancones, cuentas por pagar y un montón de cosas que creemos vitales para nuestra vida, pero que realmente quitan nuestra atención de todo lo que es una buena vida, nos hemos hecho esclavos de tantos y tan diferentes amos que ya no sabemos a cuál obedecer o a dónde debemos ir, y al final todo parece ser una carrera por sentir que tenemos algo de control.

Queremos controlar nuestro tiempo como si pudiéramos moverlo a voluntad, y nos llena de estrés no poder lograrlo, cuando lo que nos debe preocupar es aprenderlo a manejar y entender que aunque queramos detenernos, la vida igual va a pasar y que con estresarnos, el tiempo no va a retroceder o cambiar. Algunas personas sueñan con controlar a su pareja y, por esa misma vía, todo en su vida afectiva: cómo y cuándo se hacen las cosas, la manera de expresarlas y hasta cómo sentirlas; pero olvidan lo importante de disfrutar de las emociones, de descubrirlas tal y como sea que nazcan, y lo más importante, que no se puede decidir por otros el cómo sentir cuando de lo emocional se trata.

Y esa necesidad de control no es otra cosa que una manera de afianzar la zona de confort en donde muchas personas (¡muchísimas!) se instalan simplemente por miedo a lo desconocido, o porque están tan apegadas a su pasado que olvidan de vivir el presente. Muchas veces han experimentado cosas no tan buenas en sus vidas y son fieles creyentes de que lo que empieza mal termina mal, por lo cual dan a su falta de valor y pereza a cambiar el poder necesario para que sea una realidad, olvidando que tal vez no podemos elegir algunas de las circunstancias que vivimos, pero siempre podemos elegir nuestra reacción ante esa circunstancia.

Tratar de dominar algunos o todos los aspectos de lo que vivimos lo único que nos va a dejar es un constante estado de frustración, ya que claramente es imposible poder controlar todo lo que pasa fuera de nosotros, pero siempre podemos elegir la manera en la que reaccionamos. Siempre podemos elegir estar mejor.

Hoy me gustaría invitarte a que hagas uno o dos cambios pequeños en tu vida, que repitas durante al menos tres días para romper tu rutina y que me compartas tu experiencia a hello@zalman5k.com; puedes cambiar la taza donde siempre tomas el café, la ruta para llegar a tu trabajo, el lado de la cama en el que duermes, o incluso algo tan tonto como la mano con la que cepillas tus dientes. El objetivo es simple: entender que te limitan tus costumbres y miedos, pero que cuando los cambias, el mundo no se acaba, por el contrario, al cambiar tus suposiciones cambias todo el panorama de tus posibilidades, de allí la importancia de perder el control, ¿aceptas el reto?

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.

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