Mal nacido

Por: Nicolás Samper/ @udsnoexisten

Las fechas navideñas y de fin de año nos vuelven dispersos. Está científicamente comprobado: las preocupaciones diarias desaparecen temporalmente y los esfuerzos de la humanidad se desvían hacia otros objetivos distintos. En enero la vida nos mete en una coctelera, nos da tres cimbronazos y volvemos a  los problemas diarios, esos que ayudan a que la existencia se vaya agotando cada vez que se cumple un año de vida por estos lares.

Porque eso es cumplir años, al fin y al cabo: acercarse un poco más a la muerte. Pero mientras la parca visita otras latitudes, hay tiempo para divagar. Y en medio de esos viajes mentales, desde niño pensaba que mi fecha de nacimiento -28 de diciembre- no era la más apta para que naciera un jugador de fútbol que trascendiera en los tiempos. Y he ahí una excusa para no jugar bien fútbol: los astros no me quisieron ayudar en esa tarea y se ensañaron contra mis piernas blancas y flacas y mis empeines que son unos cascos de mula. No soy capaz de hacer una 21 sin sudar como beduino en el desierto y sin pegarle torpemente tres veces a la pelota hasta que se cae. Hasta que la dejo caer por mi propio peso de ser un pésimo y horripilante futbolista.

La cosa es que tengo una disculpa: haber nacido un día en el que no se da muy bien la cosecha de talentosos jugadores. Por ejemplo, si en mi cédula dijera que nací el 30 de octubre sería un desacato si yo pateara un penal y lo mandara al banderín del corner. La genética de esa fecha ungió a (de pie, señores) Diego Armando Maradona. O el 23 de octubre, apenas siete días antes, cuando Pelé vio la luz, esa misma que él hizo brillar en tres Copa del Mundo.

Tener los pies redondos para aquel que nació un 24 de julio -como Lionel Messi- es como ser la encarnación del mal, como un humano que esconde con sigilo una cola de marrano, retorcida y diabólica en la parte baja de su espalda. Tampoco es permitido entender a un tronco que anuncie con desdén que cumple años el mismo día de Cristiano Ronaldo -5 de febrero-. Es que hasta hay meses benditos para esto de la creación de cracks: el 21 y el 23 de junio cumplen años los dos futbolistas franceses más virtuosos de la historia: Michel Platini y Zinedine Zidane. Mire a ver si es un paquete habiendo nacido alguno de esos días: pecado mortal.

La vida me ha dado el aval para ser troncazo redomado: los únicos futbolistas que recuerde nacidos el 28 de diciembre fueron “Panchito” Rivadero -un volante de marca mediocre de San Lorenzo y Belgrano- y el siempre terrorífico Orlando “Salvaje” Rojas, zaguero central de Junior, Magdalena y Millonarios, dueño de raspones en pantorrillas ajenas y pintor de ojos negros al adversario en los tiros de esquina.

En el fondo yo soy eso: Rivadero y Rojas. Y me siento feliz con esa corta tajada de talento que Dios me dio.

Por: Nicolás Samper/ @Udsnoexisten

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