PUBLIMETRO habló con Arelis María Uriana Guariyú quién está haciendo campaña política como la primera mujer indígena wayuú precandidata a la Presidencia de la República por el movimiento del MAIS. Arelis nació en el resguardo Mayabangloma, como lo describe “muy pequeño”, que pertenece a la jurisdicción del municipio de Fonseca, sur del departamento de La Guajira. En las pasadas elecciones fue unas de las candidatas por el MAIS por la Circunscripción Especial Indígena a la Cámara Especial obteniendo una votación de 16.491 mil votos, según Arelis “sin ningún apoyo económico con el apoyo de la juventud y las mujeres”. “Queremos que las voces excluidas de las mujeres lleguen a gobernar este país”: Arelis Uriana, precandidata a la presidencia.
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¿Cómo ha sido su primera gira como precandidata presidencial por el país?
Hemos tenido unos recorridos en diferentes departamentos donde hemos manifestado nuestro interés en participar en la política como MAIS en el marco del Pacto Histórico. Es primera vez en la historia que una mujer indígena wayuú participa en estos escenarios y nuestras apuestas están dirigidas a todas las mujeres, a todos los sectores, a la juventud, los empresarios, productores y demás integrantes de los sectores sociales, afrocolombianos y campesinos, porque Colombia merece un respiro y una transformación social para que las voces excluidas de las mujeres lleguen a gobernar este país.
“Queremos que las voces excluidas de las mujeres lleguen a gobernar este país”: Arelis Uriana, precandidata a la presidencia
¿Quién es Arelis María Uriana Guariyú para aquellos que no la conocen?
Vengo desarrollando trabajo social desde muy joven en procesos organizativos comunitarios desde el resguardo indígena de Mayabangloma, que es muy pequeño y que consta de cuatro comunidades y dos asentamientos Mayalita, Bangañita, La Gloria, La Loma y Rinconcito Wayuú. Comencé un proceso en mi comunidad para proteger los derechos de las mujeres indígenas y comenzar a empoderar a la mujer en los diferentes escenarios. Esto porque para nosotras era muy difícil discutir estos temas dentro de nuestras comunidades por el machismo, porque afirmaban y aún afirman que las mujeres no tenían la capacidad de liderar y tener una vocería política. Comencé a hacer presencia política como vocera a nivel regional de los ocho pueblos indígenas de la Costa Caribe que son filiales de la organización MAIS. De allí surgió en 2005 una escuela de formación para capacitar a mujeres indígenas en liderazgos políticos. Desde 2007 asumí la asesoría de esta escuela como mujer lideresa empoderada y fuimos capacitando mujeres que hoy están presentes en escenarios políticos. Fui consejera para luchar por las mujeres, la juventud, niñez y adultos mayores del 2014 al 2016 en la Organización Nacional Indígena de Colombia para estas poblaciones vulnerables que son las que menos tienen en cuenta en la participación política. Fui cofundadora de la Comisión Étnica para la paz cuando recién iniciaban los diálogos entre el gobierno de las FARC. En estos diálogos vimos que no estaba incluida la agenda indígena y éramos los indígenas las víctimas del conflicto armado en los territorios. Así pudimos junto a las mujeres afro poder hacer parte de la Comisión Étnica e incluir nuestras propuestas dentro de un capítulo especial en los acuerdos para el proceso de paz. Hago parte del Enlace Continental de Mujeres Indígenas de las Américas, que consta de lideresas indígenas de 23 países, que lideré del 2015 al 2020. Ha sido muy difícil abrirnos un espacio como mujeres pero seguimos en la lucha.
¿Cuáles son sus principales propuestas de gobierno?
Venimos con unas propuestas desde la pluralidad del territorio nacional que no han sido construidas desde los escritorios de la capital. Hemos recogido estos insumos desde muchos años atrás, desde nuestra lucha y nuestra esencia como mujeres, organizaciones, movimiento indígena, cumbre agraria y en el marco de las movilizaciones sociales. Nuestras propuestas van enfocadas a la defensa del medio ambiente, el territorio y del agua. También proponemos la educación pública gratuita para nuestros jóvenes, acceso a salud de calidad para toda la ciudadanía, derechos que hemos logrado a través de nuestras luchas históricas. Vamos a gobernar del pueblo y para el pueblo. Para mí la defensa de la educación es lo más importante. Esto fue evidente en el pasado estallido social que ocurrió por ese desconocimiento de los derechos fundamentales de nuestras juventudes en Colombia. No existen garantías para una educación universitaria e incluso a una educación superior a la universitaria, para acceder a una maestría sin que les cueste a nuestros jóvenes la vida por exigir estos derechos. Esta es una de mis principales propuestas que llevaremos a la Presidencia de la República porque queremos cambiar ese sistema de políticas públicas arraigadas en el país. Otra de mis propuestas radica en defender los derechos de las mujeres y la libertad de expresión porque Colombia está exigiendo una transformación real, que acoja los intereses de la sociedad colombiana no los intereses de unos cuantos.
¿Cómo ha aportado a visibilizar la problemática de la desnutrición en la niñez wayuú en su departamento?
Como wayuú que soy quiero decir he sido una de las defensoras de los derechos fundamentales de nuestros niños en la Organización Indígena de Colombia. He trabajado por visibilizar el tema de la hambruna en el departamento de La Guajira. Comenzamos a caminar los territorios y nos encontramos que muy cerca de la capital en Riohacha, en el año 2014 sufrimos de una persecución, señalamientos y estigmatización con la compañera wayuú Matilde López con quien iniciamos un trabajo en el departamento. Allí invitamos a diferentes comunidades aledañas a la ciudad de Riohacha a escasa media hora donde los niños tenían el cabello rubio, pero era por la desnutrición severa. Vimos niños que están perdiendo la vista por la desnutrición, niños que tenían ocho años estaban pesando 10 kilos por toda la corrupción que existe en el departamento. Entonces nos han señalado a todos los guajiros y nos han metido como decimos en la costa: “en el mismo saco”, cuando realmente no es así. En ese entonces, nos dimos a la tarea de denunciar y preguntar a las diferentes instituciones competentes como el ICBF, la Procuraduría, la Contraloría, Defensoría del Pueblo, como a nivel nacional y departamental ¿qué estaban haciendo por la niñez indígena wayuú? Y las respuestas eran iguales: “los wayuu no permiten que nosotros llevemos programas porque no quieren salir de su chicha y de chivo” y esto no es cierto. Lo que pasa es que la gobernanza no lleva programas que se adecuen a las necesidades de nuestros niños indígenas wayuu. Por lo tanto, durante varios años empezamos a documentar estos casos y buscamos alianzas con otros espacios para visibilizar esta problemática. Logramos el apoyo del programa de Especiales Pirry y acudimos a su director y le dijimos que nos apoyara con estos documentales. Viajamos a España a Estados Unidos para dar a conocer esta problemática de la niñez wayuú y eso nos costó a nosotras persecución, estigmatización y criminalización por querer salvaguardar los derechos de los niños wayuú. A raíz de este caso, Matilde López y Arelis Uriana tenemos esquema de seguridad, porque fuimos amenazadas. Nos dijeron que si no parábamos las denuncias podían hacerles daño a nuestros hijos y a nuestras familias. Matilde fue unas de las compañeras más perseguidas quien tuvo que estar escondida mucho tiempo para que no fuera asesinada y varias veces atentaron contra su vida. Durante mi gobierno seguiremos luchando contra la corrupción que rodea el hambre de nuestro pueblo.
“Queremos que las voces excluidas de las mujeres lleguen a gobernar este país”: Arelis Uriana, precandidata a la presidencia
¿Qué opina sobre la falta de agua y la contaminación en La Guajira?
Hemos sufrido del desvío de nuestros arroyos ancestrales y desvío del río Ranchería y eso nos ha perjudicado por no tener el acceso al preciado líquido. El agua es la vida para nosotros. Si el gobierno soluciona el problema del agua en La Guajira aporta a la resolución de otros problemas como la salud, la educación y medio ambiente, pero no hay voluntad política de parte del gobierno nacional para generar esa transformación que impacte positivamente a nuestras comunidades. Hemos sufrido el despojo territorial por la presencia de una multinacional, una de las más grandes en América Latina que es el Cerrejón y lo único que nos ha traído es pobreza total y extrema. Que pese a las regalías no hay desarrollo en nuestro departamento, nos ha traído miserias, enfermedades, fallecimientos de nuestros mayores con problemas pulmonares, sobre todo en el sur del departamento de La Guajira en el municipio de Barrancas y Hatonuevo. Allí han sufrido este daño ambiental porque el agua que toman está contaminada. Si pasas la mano sobre los techos de las casas está presente el polvo del carbón y lo mismo ocurre con la carne del chivo que se contamina y no se puede consumir en esas comunidades.