Ella arquitecta y él diseñador, esta es la historia de Ana María Ortiz y Leonardo Cortés, su amor por el arte y la naturaleza que murió en una avalancha.
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Esta pareja se conoció en el barrio San Antonio y desde su primera mirada decidieron que pasarían el resto de sus vidas juntos.
Todo inició hace 6 años cuando un amigo los presentó, se enamoraron y ese amor los llevó a planear un futuro juntos con un apartamento con estilo propio.
Su amor por la naturaleza los llevó a adentrarse en Aguaclara, Pepitas, a una hora de Buenaventura.
Este era el propósito de la visita
La pareja llegó el 19 de marzo con la ilusión de culminar un proyecto en el que venían trabajando, una escultura hecha de hojas que presentarían en una exposición sobre el cuerpo humano.
A las 5:00 p.m. se encontraron con Rosa, una nativa que les alquilaba la cabaña en el refugio natural y además les aportaba materiales para su obra de arte.
Luego de separar la cabaña, la pareja fue al río de aguas cristalinas que nunca se imaginaron, tendría una súbita creciente que arrastraría con todo a su paso.
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Ese mismo día a las 7:30 p.m. estaban en su cabaña emocionados pues ese era su sitio favorito al que iban con frecuencia y de donde Leonardo había tomado inspiración para varios proyectos académicos.
Ocurrió la tragedia, una avalancha
La cabaña estaba a unos 10 metros del caudal del Río Anchicayá, descansaban en el segundo piso pues en el primero funcionaba la tienda de Rosa.
De repente empezaron a sonar gotas de gran tamaño en el techo de la cabaña y una fuerte lluvia se desplomó sobre la zona.
El Valle del Cauca estaba siendo azotado por una atípica temporada invernal producto del Fenómeno de la Niña.
De repente una voraz avalancha sonó en lo alto y en la oscuridad de la noche fue imposible evitar el desastre.
La avalancha arrastró con su cabaña y 70 casas más, una creciente provocó una avalancha que se llevó todo a su paso.
Rosa alcanzó a salvarse debido a que corrió a la parte de arriba cuando escuchó el estremecedor ruido.
Desde lo lejos veía cómo su cabaña era arrastrada con los jóvenes y el negocio que había construido en toda su vida.
Los guías nativos llamaron a la media noche a los familiares de la pareja y visitaron el lugar del desastre.
Llegaron los socorristas
Llegar fue una tarea complicada debido a que la avalancha se había llevado al rededor de 70 viviendas más.
Al sitio llegaron bomberos voluntarios, Defensa Civil y miembros del ejército nacional que iniciaron las labores de rescate.
Hicieron un barrido de aproximadamente 5KM a la redonda a pie y con sobrevuelos, lamentablemente las condiciones eran adversas.
Después de iniciar la búsqueda, debieron detenerla debido a las incesantes lluvias.
Aparece el cuerpo de Leonardo
El domingo y después de muchas horas de búsqueda, el cuerpo de Leonardo apareció cuando nativos hallaron el cadáver del diseñador gráfico de 29 años.
El joven prestaba servicios a la Secretaría de Turismo de Cali y según palabras del Secretario Carlos Alberto Martínez, se destacaba por su compromiso con la cartera, su amabilidad, generosidad y su disposición para asumir los retos propios de su cargo.
Encontraron a Ana María
Después de que el domingo no se tuviera rastro de la joven, su hermano y su padre emprendieron la búsqueda por su cuenta.
El lunes bajaron en neumáticos por el río Aguaclara por una orilla intentando encontrar a su hija y hermana adorada.
El papá de Ana María, don Darío, llegó a una empalizada y vio el cuerpo de Ana María. Fue en ese momento que llamó a su hijo.
Ana María fue reconocida por dos tatuajes que tenía tallados en su piel, un puma en la espalda y un buho en el abdomen.
No había duda, habían encontrado el cuerpo sin vida de la joven arquitecta.
La despedida de Leonardo y Ana María será en Cali, donde familiares y amigos darán el último adiós a una pareja comprometida con el medio ambiente y con un gran amor por el arte.
La avalancha se llevó todo, menos el amor que se tenían el uno por el otro.