Un juez penal de Bogotá emitió sentido de fallo condenatorio contra el patrullero de la Policía Nacional, Néstor Julio Rodríguez Rúa, por disparar la granada de gas lacrimógeno que ocasionó la muerte del menor, Nicolás Neira, durante las movilizaciones del 1 de mayo de 2005, en el centro de la capital.
PUBLICIDAD
El próximo 5 de marzo, se conocerá la pena impuesta contra Rodríguez Rúa, como responsable del delito de homicidio en la modalidad de dolo eventual.
Según las investigaciones y testimonios obtenidos por una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, el funcionario, adscrito al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), accionó un arma conocida como gaseador o truflay sin orden previa de sus superiores.
La Fiscalía también explicó que los peritajes de balística y los dictámenes médico-forenses evidenciaron que el patrullero desconoció los protocolos de uso dispuestos para este tipo de artefactos, y lo disparó de forma lineal y directa contra multitud. Una de las granadas alcanzó al joven de 15 años, quien con otras personas acompañaba la jornada en la carrera Séptima con calle 18.
La víctima murió cinco días después del hecho, producto del trauma craneoencefálico que le ocasionó el disparo.