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La deserción de la educación en Colombia en tiempos de pandemia

Las nuevas medidas del Gobierno para evitar la propagación del coronavirus han llevado de nuevo a que los niños se eduquen en casa. ¿Hasta qué punto es buena esta modalidad y qué pasa con quienes deciden no continuar? Consultamos con un experto.

La llegada de la Covid-19 a principios del 2020 llevó a que la educación de los niños se realizara desde casa en el transcurso del año. Para nadie es un secreto que muchas instituciones no estaban preparadas para esto y que el acceso a internet, dispositivos y herramientas para continuar con la educación no eran accesibles a toda la población. Pese a eso, el periodo académico culminó con una serie de altibajos, en especial por la deserción de más de 100.000 estudiantes, según cifras entregadas por el Ministerio de Educación en el mes de noviembre.

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El año 2021 no empezó con un panorama distinto. Nuevos aislamientos y medidas de protección adoptadas por el Gobierno han llevado a que el regreso a clases de manera presencial esté cada vez más lejos. Pese a que la modalidad Homeschool existe desde hace varios años, durante esta época no solo familias con ingresos económicos altos han acudido a ella, otros han tenido que buscar la manera de sacar el tiempo dentro de sus jornadas laborales para acompañar a sus hijos en el proceso estudiantil y, en el peor de los casos, algunas familias han tomado la decisión de hacer una pausa, esperar que el tiempo pase y aplazar la educación de los jóvenes.

Sea cual sea el caso, hay un interrogante que encierra los anteriores panoramas: ¿Deben volver los niños al colegio de manera presencial? Laura López Portela, directora del programa de Licenciatura en Educación Infantil, de la Universidad El Bosque, explicó a PUBLIMETRO cuál es la situación actual de la educación en Colombia, qué hay detrás del llamado Homeschool y qué tan bueno sería regresar a las instituciones.

“Es importante reconocer que hay una crisis en el sector debido a todas las modificaciones laborales y familiares que se han presentado. El mayor impacto va más allá de que los niños puedan aprender o no en un año, se da por su desarrollo emocional. Si hablamos de colegios públicos vemos que parte de la población no tiene aún posibilidad de conexión, equipos o acceso a las plataformas para continuar sus estudios. En otros casos, no existe la atención suficiente por parte de las familias durante este proceso, bien sea por tiempo o porque deben trabajar fuera de casa. Si hablamos de los colegios privados, encontramos más posibilidades de conexión, sin embargo, cuando son niños tan pequeños, la virtualidad no es del todo bien acogida por algunos niños o por sus familias”, aseguró.

La educación debe continuar

Muchos padres de familia han tomado la decisión de inscribirse a programas de estudio en casa o seguir la educación con sus hijos sin necesidad de estar matriculados y en este caso también hay deserción. Existe un panorama más preocupante y es cuando los padres optan por dejar a sus hijos en casa, pasando los días, sin propiciarles estas experiencias para su sano desarrollo.
“El mensaje es claro. La educación de los niños no se puede detener. Se pueden parar las empresas o tal vez el comercio, pero el desarrollo y el aprendizaje de los niños es algo que no se detiene y que de no prestarsele atención en este momento a mediano y largo plazo viviremos las consecuencias. No podemos dejar que los primeros años de desarrollo de la vida de un niño se detengan, eso es algo imposible. Sí o sí, en caso de decidir hacerlo en casa, quienes estén alrededor deben prestarles atención y en dado caso que se tengan las posibilidades y condiciones de salud y gubernamentales, es indispensable volver a las instituciones”, agregó López.

Existen campañas y movimientos de colegios y padres de familias que piden el regreso a sus actividades de manera presencial. Según lo explica la profesional, no hay un lugar que presente los mejores ambientes para el desarrollo sano de los niños que una institución educativa. Si se habla de la posibilidad de la propagación del virus, “actualmente hay otros escenarios donde las familias están expuestas y contagiándose, como centros comerciales, parques, etc. Entre eso y estar en un ambiente donde se vela por los derechos de los niños, en mantenerlos sanos y protegidos. Debería ser una prioridad volver a las instituciones de manera presencial”.

Para quienes finalmente decidan continuar con la educación de sus hijos en casa, incluso cuando esté la opción de regresar a las aulas, es importante que cualquier proceso que se realice esté orientado por expertos en educación y una constante vigilancia por parte de los padres o un familiar cercano.

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