La organización RECON, que se dedica a potenciar emprendimientos sociales que transforman realidades, realizó con el apoyo de Suecia la segunda encuesta dirigida a emprendedores sociales del país, aplicada a más de 500 emprendedores sociales, con el propósito de identificar el estado de este modelo de negocio que está creciendo en Colombia. Emprendimiento Social dinamiza la economía, pero requiere ser reconocido.
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En el mundo el emprendimiento social se está convirtiendo en un motor para impulsar el desarrollo social y económico. La información recolectada permitió obtener datos que reflejan las oportunidades y fortalezas, así como las debilidades, retos, dificultades y problemas que enfrentan los emprendedores sociales en el país.
Según los resultados, la totalidad de emprendimientos sociales trabajan en beneficio de poblaciones vulnerables del país como: niños, niñas y adolescentes (57,7%); mujeres (45,2%); población rural (34,2%); adultos mayores (27,9%); víctimas del conflicto armado (23,1%); población en condición de discapacidad (16,7%); comunidades indígenas (16,1%); población LGBTI (15,4%); afrodescendientes (15%); excombatientes (10,4%) y refugiados o inmigrantes (4,3%).
Su trabajo lo realizan desde la Educación (24,4%), el Medio Ambiente (21,1%), la Construcción de paz y DD.HH (15.4%), la Economía Naranja (11,7%), la Salud y Bienestar (8,7%), el Desarrollo agrario (6,4%) y la Equidad de género (3,2).
Cabe resaltar que el 45,5% de los emprendedores sociales tienen entre 18 y 35 años, lo que señala el gran interés de los jóvenes por generar cambios sociales.
El emprendimiento social es un modelo de negocio que aporta a la inclusión, la equidad de género y al empoderamiento económico de las mujeres, lo cual se evidencia en que el 54.8% son liderados por hombres y el 45.1% por mujeres, una relación 1:1 a diferencia de la relación 2:1 que se da en el emprendimiento convencional. Y en cuanto a generación de empleo 55% de sus colaboradores son mujeres, lo que permite eliminar brechas de desigualdad entre géneros al acceso laboral.
A pesar de las bondades del emprendimiento social en Colombia, el panorama respecto a la formalización no es tan alentador, pues el 44,6% de estos modelos de negocio son informales el país. De los formalizados el 43% se han constituido como entidades sin ánimo de lucro principalmente y solo el 14,2% como sociedades comerciales. La informalidad es una de las principales barreras para su crecimiento y sostenibilidad, evidenciando la necesidad de reconocerlo como un sector de la economía.
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De hecho, el 55,7% de los emprendimientos sociales no paga ningún impuesto, lo que indica el nivel de informalidad del sector y la necesidad urgente de promover el reconocimiento y formalización del Emprendimiento Social.
Así mismo, el 43,1% considera que los gastos de registro de Cámara de Comercio son altos, lo cual hace que muchos prefieran mantenerse en la informalidad.
Otro dato para resaltar es que el 69% de los emprendedores sociales son profesionales y el 14% de ellos tienen posgrado. Sin embargo, el 59,7% no gana ningún ingreso por su emprendimiento social y el 36,7% ganan menos de dos salarios mínimos.
El 31.4% operan en zonas donde hay presencia de grupos armados ilegales, el 22.5% manifestaron que se inspiraron en las condiciones de violencia y el conflicto para iniciar sus proyectos y el 95% considera que contribuye a la construcción de paz y al posconflicto a través de sus emprendimientos sociales.
Emprendimiento Social dinamiza la economía, pero requiere ser reconocido
En busca de más reconocimiento
Para Andrés Santamaría, director de RECON, el emprendimiento social es un modelo de negocio que debe ser reconocido como un sector de la economía, que la dinamiza y que aporta al desarrollo sostenible. “Ser reconocido implica un marco legal, jurídico y normativo que establezca los lineamientos y condiciones para el desarrollo de este modelo de negocio social”
Santamaría argumentó que las cifras globales demuestran que el emprendimiento social puede volverse un dinamizador del PIB y un impulsor de un crecimiento económico sostenible e inclusivo. Un estudio del British Council indica que los Emprendimientos Sociales representan el 10% del PIB de Francia, el 15% del PIB de Italia, y el 15.9% del PIB de los Países Bajos y Bélgica. En la Unión Europea generan 11 millones de empleos y en la India se calcula que genera unos 38 millones de puestos de trabajo.
En Colombia es difícil medir este impacto porque no se tinen instrumentos formales para hacer hacerlo, pero un estudio del Centro de Gobernanza para el Cambio Iberoamericano señala que los negocios del cuarto sector, que son las empresas con propósito, representan el 2% de PIB en Colombia.
Recomendaciones para fortalecer el Ecosistema del Emprendimiento Social
La falta de políticas públicas y normatividad asociada a impulsar y hacer sostenible el emprendimiento social en Colombia genera que:
Los emprendimientos sociales no sean rentables y sostenibles. El 80% de los em-
prendimientos sociales viven de donaciones y aportes, no han logrado comercializar un producto u ofrecer un servicio.
Se frene el desarrollo territorial y comunitario en regiones vulnerables donde la aparición de emprendimientos sociales se convierte en una alternativa para suplir la ausencia del
Estado. El 100% de estas iniciativas trabajan con poblaciones vulnerables, brindando oportunidades de transformación social.
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