CORONAVIRUS | Preocupación por debilidad de anticuerpos que generan personas recuperadas de Covid-19
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Esto es un día a día. El COVID-19 continúa teniendo en jaque al mundo entero y no distingue de edades. Esta enfermedad no excluye a nadie, sea joven, adulto o anciano. Incluso a aquellos que superaron la enfermedad y desarrollaron anticuerpos para no volver a contagiarse. Ahora la ciencia demuestra que tales defensas no son tan fuertes como se pensaba y se debilitan muy rápidamente.
Hasta entonces, se creía que los recuperados del virus desarrollaban inmunidad ante el mismo, al menos por un gran tiempo. No obstante, los nuevos resultados arrojan otra cosa. De hecho, los informes del Imperial College de Londres van más allá: los anticuerpos de los asintomáticos se debilitan mucho más rápido que las personas que sí presentaron síntomas.
«La principal conclusión es que después de la primera ola, no había aún evidencias de que la gran mayoría de la población del país tenía una inmunidad protectora», aseguró el informe.
Aunque, sí hay una buena noticia. Según el informe, el virus está siendo menos fuerte y las personas que se contagian por primera cada vez son menores. Dicho índice de ello bajó.
Tasa de mortalidad del COVID-19 varía de acuerdo el país
El riesgo de que una infección por el coronavirus SARS-CoV-2 provoque un fallecimiento entre grupos de edad menores de 65 años es bastante similar en todos los países, pero para individuos más mayores, el riego relativo varía considerablemente, según revela un estudio publicado este lunes por la revista Nature.
La investigación, liderada por expertos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), diseñó un nuevo modelo de análisis con el que siguió de cerca los niveles de transmisión y gravedad de la covid-19.
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Se trata, destacan los autores en un comunicado, de una herramienta que puede ser muy útil para adoptar respuestas ante la pandemia, aunque advierten de que aún plantea desafíos debido a la inconsistencia de los datos disponibles, que varían dependiendo del lugar donde ocurra un brote.
En las residencias de ancianos, por ejemplo, se han registrado «niveles de transmisión anormalmente altos» comparados con los detectados en la población general, explicaron los expertos.
Asimismo, las pruebas serológicas, que estiman el porcentaje de individuos que tienen anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en una determinada población, pueden ofrecer datos diferentes dependiendo de la capacidad para realizar tests.