Los dos menores que estaban en el campamento donde las autoridades abatieron a Andrés Vanegas Londoño, alias «Uriel», uno de los líderes de un frente de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), ya fueron entregados a sus madres, informó este miércoles la Defensoría del Pueblo.
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«Ambos menores ya fueron entregados a sus madres, están libres de todo peligro. La prioridad de la Defensoría es y será siempre los derechos de los niños», expresó el organismo en un mensaje publicado en sus redes sociales.
«Uriel» era la cabeza visible del Frente de Guerra Occidental del ELN y en el país era conocido por sus constantes apariciones en redes sociales en las que se autodenominaba la «voz editorial» de ese grupo, pues solía opinar constantemente sobre asuntos políticos y negociaciones de paz.
La operación contra el jefe guerrillero -ejecutada el domingo pasado por el Ejército, la Policía y la Armada Nacional en el municipio de Nóvita, en el departamento selvático del Chocó, con el apoyo de la Fuerza Aérea y la Fiscalía General- ocurrió en un campamento en el que había dos menores que, según dijo entonces el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, seguían en poder del ELN.
MISIÓN DE LA DEFENSORÍA
En su mensaje, la Defensoría señaló que tras la operación de la fuerza pública los familiares de los dos menores pidieron por escrito que se activara una «misión humanitaria para su rescate».
«Mientras la misión se desplazaba por el río San Juan, la madre de uno de ellos, una menor de 10 años, a través de una llamada, dijo encontrarse en Quibdó (capital del Chocó) esperando a su hija y se identificó como compañera sentimental de alias ‘Uriel'», añadió el organismo.
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El lunes pasado, el comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro, señaló que «los bandidos del ELN eran los que tenían a los menores en el sitio» y agregó que tras la operación los guerrilleros se llevaron a los jóvenes.
En ese sentido, pidió entonces a la guerrilla, «que es la responsable por la seguridad y la vida de estos menores», que los entregue «a la primera oportunidad» a través de «los medios legítimos que tiene el Estado colombiano para que les sean restablecidos los derechos que en su momento les habían quitado».
Todo esto ocurrió apenas unos días después de que el senador opositor Roy Barreras denunciara en un debate en el Congreso que el ministro de Defensa le ocultó al país que 36 niños han muerto o desaparecido por acciones de la fuerza pública en los últimos meses.
En ese sentido, el ministro Trujillo dijo que las autoridades sí pueden ejecutar operaciones militares cuando hay menores si se cumplen «todos los principios de conducción de las hostilidades» y manifestó que quien viola el Derecho Internacional Humanitario (DIH) es el grupo que tiene al menor en el campamento, en este caso el ELN.