La fabricación de tapabocas en Colombia, una de las principales formas de prevenirse contra el coronavirus, estaría en riesgo por importaciones chinas.
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Uno de los principales mecanismos para protegerse de la COVID-19 es el uso de tapabocas. En su afán por protegerse y evitar ser contagiados, las personas han clamado por adquirir tapabocas y productos de bioseguridad, que ha generado una sobredemanda en Colombia y en el mundo.
Debido al aumento de la venta de tapabocas termosellados y la liberación del gobierno para la importación, esta se ha disparado. Esto ha provocado un cambio muy importante para los 53 fabricantes de tapabocas en Colombia.
La preocupación más grande es la petición de importar estos elementos termosellados desde China. «Para producir diariamente 1 millón de tapabocas termosellados 3 capas, es necesario un turno de 8 horas con 80 personas aproximadamente, un total de 240 personas diarias, personal administrativo de 30 personas», afirma Rafael Pedraza, director de la empresa fabricante de estos implementos ITG Inversiones Termográficas.
«Es frustrante ver cómo las empresas del estado y entes gubernamentales ponen pedidos con tiempos que solo se puede cumplir con importaciones como si fueran a usar todos los tapabocas en un día. El gobierno nos debe ayudar implementando algunas reglas», dice Pedraza.
Los empresarios pidieron al Gobierno suspender la importación de tapabocas en Colombia para dar ayudas a la industria local. Además, pidieron reducir los requisitos de producción y hacerlos espaciados en períodos de meses, para facilitar su cumplimiento.
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