El caso de espionaje del Ejército colombiano a periodistas, políticos y defensores de DD.HH. fue denunciado este miércoles ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por tres senadores opositores que piden al Gobierno hacer pública la lista de los afectados.
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En una carta dirigida al secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abreu, los senadores Antonio Sanguino (Alianza Verde), Roy Barreras (Partido de la U) e Iván Cepeda (Polo Democrático Alternativo) -fuertes críticos del presidente colombiano, Iván Duque- llevaron el caso al organismo internacional.
«En el documento que hemos radicado ante la CIDH denunciamos el espionaje y pedimos que el Gobierno colombiano haga pública la lista de las personas que fueron víctimas de los espionajes», dijo Sanguino a Efe.
Según una investigación publicada por la revista Semana el viernes pasado, unidades de inteligencia del Ejército espiaron entre febrero y diciembre de 2019 a periodistas, políticos, defensores de derechos humanos, sindicalistas e incluso generales y miembros del Gobierno.
Por ello, los senadores solicitaron en la carta dar prioridad a las «medidas cautelares solicitadas para personas afectadas por estas actuaciones ilegales».
NUEVOS HECHOS
Sanguino, Cepeda y Barreras han criticado en diferentes escenarios al presidente Duque por supuestamente no implementar la paz luego de la firma del acuerdo entre el Gobierno colombiano y las FARC, así como por su aparente falta de compromiso con los derechos humanos y la protección de líderes sociales e indígenas.
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Sobre la denuncia ante la CIDH, Cepeda dijo a Efe que explicaron «cuáles los hechos nuevos que presenta la revista Semana, es decir que más de 130 ciudadanos fueron convertidos en blancos de los militares».
Añadió que detallaron a la Corte que en la operación de espionaje «probablemente se han utilizado recursos de la cooperación de Estados Unidos en la lucha contra en narcotráfico y que es muy probable que haya ciudadanos de Estados Unidos también en estas circunstancias».
Según Semana, entre los espiados están periodistas colombianos y extranjeros, como Nick Casey, corresponsal de The New York Times, y Juan Forero, de The Wall Street Journal.
Igualmente John Otis, corresponsal en América Latina para la National Public Radio (NPR) e investigador del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, sigla en inglés); la fotoperiodista Lynsey Addario, y el fotógrafo Stephen Ferry.
Entre los nombres mencionados en las carpetas, en las cuales los militares guardaban datos de los espiados, también están, además de Sanguino, los de otros políticos como los senadores Gustavo Bolívar y Angélica Lozano, así como líderes sociales.
Cepeda recordó que tanto Barreras, como Sanguino y él han sido víctimas de escuchas ilegales y espionaje y que pese a que lo denunciaron ante el presidente Duque y la Fiscalía «eso no tuvo ningún efecto».
QUE SE CONOZCA LA VERDAD
Entre los seguimientos hechos por los militares, detalló Semana, también está el de Jorge Mario Eastman, hombre del círculo cercano a Duque que fue viceministro de Defensa y en la época del espionaje era secretario general de la Presidencia, cargo que dejó hace unos meses para asumir como embajador de Colombia ante el Vaticano.
Ante esas revelaciones, el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, dijo hoy a periodistas que el más interesado en que se conozca toda la verdad es el Gobierno pues el espionaje, incluso, afectó al Ejecutivo.
«El Gobierno está al servicio de los organismos de control para que se conozca toda la verdad porque según la revista Semana esas eventuales o presuntas acciones ilegales habían llegado hasta el despacho del propio presidente de la República», enfatizó Trujillo.
A renglón seguido aseguró que «nadie más interesado que el Gobierno, nadie más interesado que el país en que se conozca toda la verdad y en que se conozca quién tenía interés en urdir conspiraciones contra el jefe de Estado».