La llegada de la COVID-19 ha dejado grandes repercusiones económicas a nivel mundial y la crisis por el aislamiento social ha afectado seriamente el sector empresarial. Aunque en Colombia, las instrucciones son claras y enfáticas en que no se pueden despedir empleados durante esta coyuntura, ya hay varias denuncias de quienes se han quedado sin trabajo en esta época.
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Según reveló Confecámaras, en 2019 se crearon 309.463 empresas, lo que representa el 1% más que en 2018. Las microempresas lideraron la creación de unidades productivas en el país, con una participación del 99,6%, le siguen pequeñas empresas (0,37%) y el restante 0,03% corresponde a medianas y grandes empresas. Se estima que en Colombia hay más de 1.500.000 micro, pequeñas y medianas empresas en el Registro Único Empresarial.
Sin embargo, el impacto que genera la emergencia causada por la COVID-19 en el sector es crítico e incierto, pues depende del periodo de coyuntura, que puede demorarse semanas o meses y la subsistencia de aquellas empresas que se ven obligadas a detener su producción, dependerá de la propia estructura de su negocio. Si tienen gastos fijos muy elevados, seguramente el impacto va a ser grande y se tendrá que respaldar con el apoyo que el sector financiero otorgue durante este periodo.
¿Qué recomiendan los expertos?
Antonio Alonso, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad El Bosque, aseguró a PUBLIMETRO que ante esta crisis no está de más que las empresas tomen como referencia a otros países cuyo estado de evolución del virus está más avanzado respecto a Colombia, como es el caso de España o Italia, con el fin de ver qué medidas les están funcionando mejor a ellos y así evitar que el impacto sea menor para quienes deben cerrar definitivamente su producción.
Además, enfatizó en que detrás de cada crisis hay una oportunidad, pero para ello, las empresas deben establecer canales de comunicación transparentes con sus empleados y, por más bruscas que sean las medidas, hacerles entender que las decisiones que se están tomando son para el beneficio de los trabajadores y sus compañeros. Si hay que parar la actividad, no es porque la empresa quiera, sino por la salud de sus empleados. Esta época también puede ser aprovechada por las compañías para formar departamentos y profesionales en competencias digitales, las cuales están muy demandadas por este vuelco del teletrabajo.
¿Cómo pueden actuar las microempresas ante este fenómeno?
Teniendo en cuenta que no todas las compañías funcionan igual, por su sector y flujo de personal, sí existen varias recomendaciones que podrían ayudar a enfrentar la crisis en esta época tan incierta. Diagnósticos, apoyo externo en temas de financiación, liquidez, identificación de oportunidades e incluso buscar nuevos mercados hacen parte de las propuestas realizadas por Antonio Alonso para mitigar la crisis y sobrellevar el impacto económico que trae la llegada de la COVID-19.