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Así viven los colombianos en el extranjero la crisis por coronavirus

Hablamos con siete colombianos que nos contaron cómo llevan la crisis

El pasado 28 de febrero llegaron, procedentes de Wuhan, China, 13 colombianos y dos familiares, huyendo de la crisis provocada por la llegada del coronavirus en el país asiático. El Gobierno empleó recursos, personal y un gran músculo logístico para responderle a sus ciudadanos que pedían a gritos ayuda.

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Las familias de los jóvenes y de los adultos que huían del contagio del virus escaparon y llegaron a una cuarentena, que hoy resulta paradójica, pues en Colombia, aunque la llegada del COVID-19 se retrasó, hoy está en su esplendor.

Las autoridades colombianas toman medidas a diario con el fin de evitar saturar el sistema de salud y evitar las muertes por contagio del virus que está cerrando puertas de todos en el mundo.

Sin embargo, ante la situación de colombianos en otros países, que como los 13 procedentes de China, quieren llegar a su hogar para vivir una crisis que no solo es de salud pública, sino con implicaciones serias para la economía mundial, el Gobierno de Duque mantiene abiertas las fronteras aéreas.

La vicepresidenta, Marta Lucía Ramírez, aseguró que no es necesario que se cierren los aeropuertos, a pesar de que el caos y los casos llegan de allí, y no por vías fluviales o terrestres, que fueron las indicaciones que dio Duque el lunes.

Hoy, en cambio, y a pesar de que El Dorado sigue operando con críticas a bordo, no hay nadie en el Gobierno que se aventure por los miles de colombianos que viven la crisis en países de Europa con alta mortalidad, o en donde las medidas han sido más drásticas, como la cuarentena y el aislamiento obligatorio.

Las recomendaciones a Colombia: viendo los toros desde la barrera

Dan Gamboa, arquitecto, que quedó atrapado en Rumania, luego de no poder volver a su hogar en China, por cuenta del virus, asegura que las cosas no se están haciendo bien en nuestro país.

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“En Colombia aún nos falta aterrizar el problema. La gente aún no cree. Aún somos muy individualistas, pensamos en avivarnos y aún se protegen intereses de los más poderosos”, señala Gamboa desde Rumania.

Natalia Guerrero, atrapada en Italia,en medio de vacaciones, dice que lo más saludable es cerrar el país, para que los casos no se incrementen. “A pesar de que dependo del aeropuerto para volver, se me hace importante que se cierren las fronteras aéreas; y que las autoridades hagan controles muy estrictos. No avalo el cierre del comercio, eso le daría un golpe muy fuerte a la economía”, apunta desde Italia.

Por su parte, Estefanía Reyes, radicada en Países Bajos, asegura que las más que recomendaciones, lo que hay es temor. “Más allá de lo que hagan, lo que asusta es el sistema de salud tan débil que tiene el país y que no creo sea capaz de asumir una situación crítica. Acá uno está tranquilo porque sabe que hay condiciones”, señala.

Gustavo Carvajal, estudiante de cine en España, asegura que aún le da miedo que la gente no se tome las cosas en serio. “Los errores de los europeos fueron no creer en la gripa. Mis amigos en Colombia me mandan memes y se agradece, pero la realidad es más seria y más complicada. Tenemos que darle seriedad a esta crisis”, comenta.

Carpegna, Italia

 

Natalia Guerrero

Natalia Guerrero. la llanera de 26 años viajó a Europa a tomar clases en Barcelona y a su paso por Italia, quedó en cuarentena obligatoria. “Vine a visitar a un tío y preciso declararon la alerta de zona roja y me tocó quedarme, pero no ha sido nada fácil”, señala la administradora que tuvo que aplazar vuelos y ahora espera salir el 6 de abril. “Estoy en un pueblo muy pequeño en donde no ha habido coletazos en los mercados. No ha habido especulación en los precios, pero las cosas en las grandes ciudades son muy diferentes”, apunta. Guerrero asegura que aunque no hay policía que vigile directamente a los ciudadanos sí hay oportunidad de denunciar ciertos comportamientos. “Solo una persona puede salir a mercar. Todo los que no sean hospitales, farmacias o supermercados están cerrados. Si la gente ve reuniones, puede llamar a la policía. Los primeros días fueron muy complicados, pero ya la gente sabe que se tiene que quedar en casa”. En Italia hay 27.980 casos confirmados y 2158 muertos .

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Bucarest, Rumania

 

Dan Gamboa

Dan Gamboa. El arquitecto se encuentra atrapado en Rumania, luego de que tomar unas vacaciones para visitar en su familia, terminaran con su vida en China y su trabajo. “Aproveché las vacaciones y estalló la crisis en China, que es en donde resido. Con la excusa del coronavirus me despidieron y tuve que quedarme aquí, porque tengo posibilidades de pasar 90 días”, apunta el cucuteño de 31 años. Gamboa vivía en China y por la crisis, hoy vive en un hostal en Bucarest, en donde vive con ahorros. “Es muy loco que hace meses mi familia no tenía en donde vivir por amenazas de una bacrim y hoy ellos están acomodados y yo tengo que arrancar de ceros”. El joven arquitecto, reconocido bloguero y ganador de un premio internacional espera que le devuelvan la plata del tiquete que perdió y volver a China por sus cosas. “En Rumania son pocos los casos, no podemos salir a las calles, pero no hay desabastecimiento. A veces falta carne, pero ahí la van reponiendo”, cuenta Gamboa. En Rumania hay 217 casos confirmados hasta hoy.

 


Marsella, Francia

 

Andrea Petro

Andrea Petro. “Aquí no han declarado la cuarentena, el Gobierno trata de no usar esas palabras porque las consideran fuertes. Se está trabajando en el aislamiento”, cuenta la mujer, madre de dos hijas de nacionalidad francesa. La joven asegura que las autoridades les restringen las salidas, y que han implementado un documento que tiene que justificar las salidas a la calle. “No podemos visitar a nuestras familias, tenemos que justificar por qué salimos y para qué”, cuenta la mujer. La colombiana asegura que los franceses no se tomaron en serio el virus y a partir de esto el gobierno de Macron ha tomado medidas más drásticas. “Cerraron colegios porque los niños son los principales vectores de contagio. Yo tomé medidas previas”, afirma. Uno de los puntos más impactantes ha sido que las personas se han abalanzado a los supermercados, pero el gobierno dice que no hay de qué preocuparse”, señala. “Estar encerrados es difícil, las niñas se vuelven locas y yo tengo que trabajar”, apunta. En Francia hay 7730 casos confirmados hasta hoy.


Barcelona, España

GUstavo Bolívar

Gustavo Carvajal. “España presenta un problema y es que hoy el contagio y las muertes van creciendo muchísimo. En Barcelona y Cataluña se cerraron las fronteras dos días antes que en la capital y es hoy Madrid el mayor foco de contagio”, asegura el estudiante de maestría en cine que vive en Barcelona hace cuatro meses.
“Lo que hoy vivo es que no se puede salir a la calle. Si sales, te multan. Las multas han llegado a los 6000 euros. Se puede salir a hacer mercado, pero te dan guantes que usas cuando entras y que botas cuando sales”, cuenta el caleño de 31 años .
También señala que aunque los casos han ido en aumento, sirvió mucho en el país que líderes políticos se contagiaran. “Suena curioso, pero el hecho de que políticos del VOX (partido político de extrema derecha) se contagiaran, hizo que las autoridades tomaran medidas mucho más rápido. Es verdad que los españoles han venido tomándose todo con más calma, pero con seriedad y agradeciendo al personal médico”. España reporta 11.826 casos y 533 muertos.

 

 

 

 

 


Principado de Andorra

Andorra

Lina Martínez. La joven economista de 25 años lleva tres días en cuarentena y asegura que las calles, que por lo general están llenas de compradores y de turistas de la época invernal, hoy se ven solitarias. “Llevamos tres días de cuarentena, y nadie sale. La gente se queda en la casa y todo está cerrado. Lo único que está abierto son las farmacias, los supermercados y gasolineras”. La situación es compleja para los latinos que trabajan por horas o que han ido por temporada. “Aunque la mayoría tiene contratos fijos, hay gente que no puede devengar sueldos porque se cerraron los restaurantes y los sitios para esquiar”, cuenta la bogotana que vive con su novio.
“La gente se está quedando en las casas. Un plan de fin de semana que implica salir a Francia o a España, pues no se hace porque las fronteras están cerradas. El control de alimentos ha sido bueno y no hay desabastecimiento”, apunta la joven.
El principado ha cerrado fronteras y operaciones bancarias, además del turismo. En Andorra hay siete casos confirmados.

 

 

 

 

 



La Haya -Holanda

Holanda

Estefanía Reyes. “Aquí las cosas han estado tranquilas, pero es porque esa es la energía de las autoridades”, cuenta la joven de 31 años. En los Países Bajos, el aislamiento se decretó el sábado pasado y el tiempo en casa se ha maximizado. “El primer ministro habló el jueves pasado. Ahí empezó a sugerir que ya trabajáramos en la casa, que evitáramos el contacto social con el fin de no contagiarnos todos al mismo tiempo”. Según Reyes, quien trabaja en una entidad en donde se apostillan documentos y donde las actividades han estado paradas. “Como en todo el mundo y no entiendo por qué, se ha acabado el papel higiénico, también las verduras y hay sitios en donde no hay pasta. Nosotras alcanzamos a comprar paracetamol, que es el único medicamento de venta libre, pero hay cosas que sí se están acabando”, cuenta la joven.
En Países Bajos, el Gobierno decidió que no cerrará fronteras y que no se aislará del resto del mundo “porque consideran que es una crisis que sería peor y que duraría muchísimo más”. En Países Bajos hay 1705 casos y 50 muertos.


Orlando, Estados Unidos

Orlando

Daniela Ordóñez. En el estado de Florida, en Estados Unidos, una de las preocupaciones más grandes de por los colombianos que viven allí la crisis es que si no se va al trabajo, no se le paga. “Hay gente que puede hacer teletrabajo, yo trabajo con el público y no puedo dejar de hacerlo y aquí pagan por horas”, asegura la joven de 25 años que vive en una de las ciudades más turísticas del país.
“Aquí la gente es muy egoísta, han acaparado los productos y lo hacen así no los necesiten”, afirma la joven que dice que la gran crisis es económica y no tanto de salud pública.
“Cerraron los parques y ahí es donde se emplea la mayor parte de la gente”, apunta la Daniela que hace días sufrió una gripa y tuvo que asistir al centro médico. “Estuve con la sospecha de tener el virus, pero la realidad es que el médico me dijo que todos están con pánico y que sufrirán la gripa. Mi recomendación es no salir, porque una persona puede contagiar a 100 más. Es preocupante, pero vamos a ver qué va pasando con el pasar de los días y las horas”, apunta. En EE. UU. van 5000 casos.

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