La desnutrición crónica es una enfermedad silenciosa que puede llegar a afectar la vida de los niños. ¿Por qué? Esta complejidad, que puede pasar desapercibida en un momento, tiene que ser comprendida por todos los padres.
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La desnutrición se puede presentar por distintos factores, desde malos hábitos alimenticios, hasta el abandono de lactancia. Para evitar cualquier dificultad es vital que la madre tenga una buena alimentación una vez inicie el periodo de gestación.
Siete claves para detectar a un niño con desnutrición crónica:
Según la agencia de la ONU, estos son algunos síntomas para identificar esta enfermedad en los menores.
- Cansancio.
- Falta de interés por los juegos.
- Irritabilidad y llanto excesivo.
- Déficit de atención.
- Piel seca.
- Pérdida de pelo.
- Falta de fuerza y disminución de la masa muscular.
- Abdomen y piernas hinchadas.
Las entidades recomiendan a los padres que, al momento de identificar una irregularidad alimenticia en sus hijos, no duden en visitar un centro médico, esto para descartar cualquier enfermedad de gravedad.
“La malnutrición, en cualquiera de sus formas, acarrea riesgos considerables para la salud humana. En la actualidad, el mundo se enfrenta a una doble carga de malnutrición que incluye tanto la desnutrición como la alimentación excesiva y el sobrepeso, sobre todo en los países de ingresos medianos y bajos”, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según la OMS Y UNICEF, la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los seis meses y complementaria hasta los dos años. ¿Por qué? Este es el primer alimento natural para los bebés y fundamental para evitar cualquier tipo de desnutrición en los menores.