El Gobierno colombiano certificó este martes a 251 familias en zona rural del departamento de Vichada, fronterizo con Venezuela, que hicieron parte de un programa para sustituir cultivos ilícitos por cacao.
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El proyecto, que hace parte de la Consejería Presidencial para la Estabilización y la Consolidación, le ofrece a estas familias beneficios de capacitación y un plan de cosecha para sacarlas de la criminalidad, así como las apoya con créditos y operación logística.
«Los campesinos tienen unos valores maravillosos, es evidente que cuando les damos la oportunidad todos quieren dar el paso a la legalidad y eso demuestra que este tipo de programas pueden dar buenos frutos», aseguró el alto consejero para la estabilización, Emilio Archila.
“AHORA SOBREVIVIMOS DEL CACAO”
Esta región fue bautizada en la época más oscura del narcotráfico en Colombia como el triángulo de la coca, pero hoy los propios campesinos tomaron ese nombre para reivindicar su voluntad de formar parte de un programa legal.
«Cuando vi el chocolate artesanal me sorprendió que la marca que le pusieron fue ‘el triángulo del cacao’, fue muy emocionante ver a los campesinos levantarse para mostrarle al mundo lo que están logrando», agregó Archila.
Por muchos años, los habitantes del caserío de Wuerima, en el municipio de Cumaribo, vivieron rodeados de cultivos de coca en una zona disputada por los grupos armados.
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«Hace tres años, acá sembraban unas maticas de coca y lo único que teníamos de comida era maíz y arroz para sobrevivir, ahora sobrevivimos del cacao», dijo José Ermestica, un campesino que se graduó del programa.
En 2008, el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) reportó casi 9.000 hectáreas de coca en el Vichada, pero tras un trabajo de erradicación se redujeron a 550 en diciembre de 2018.
Esa disminución fue posible gracias a procesos como la implementación de un sistema productivo con las comunidades.
El plan, que hace parte de la política de paz con legalidad del Gobierno de Iván Duque, es apoyado por la Fuerza Aérea Colombiana que ofrece 200 horas de vuelo anuales en avión y helicóptero para transportar el cacao, las semillas y demás productos de la producción local.
El comandante de la Fuerza de Tarea Ares, coronel Nelson Javier Parra, explicó que su grupo es el gestor «de que se vea una presencia estatal integrada, hacemos seguimiento a todo el programa de sustitución de cultivos y ayudamos a que las instituciones le solucionen los problemas a la comunidad».
«Esta región fue el apogeo de la coca, pero yo ya tengo mi hectárea para sembrar mi cacao. Vamos a ver cómo me va», concluyó Ermestica.