La zona peatonal de la Carrera Séptima hará parte de un plan piloto de pico y placa para vendedores ambulantes.
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Más de 1000 vendedores informales ubicados en la Carrera Séptima, en el centro de Bogotá, entrarán a restricciones de operación desde el próximo 5 de marzo. Ese jueves, empezará a aplicar un pico y placa para vendedores ambulantes en el área.
El objetivo del plan piloto es reducir el número de vendedores en la vía peatonalizada y el centro de Bogotá. Se buscará cumplir un pacto que se había firmado en 2003, durante la alcaldía de Luis Eduardo Garzón.
«Aquí hay varios compañeros de los que firmaron un pacto con el gobierno de Lucho Garzón. No les han dado solución», aseguró uno de los vendedores consultados por CityTV.
Otros, que llevan hasta 30 años, han protestado por la propuesta de pico y placa para vendedores ambulantes. Según estos críticos, la restricción de operar en algún horario afectaría notoriamente sus ingresos. El plan haría que, para ellos, no pudieran pagar su vivienda, alimentación ni dotar sus ventas.
La medida planteada por la Alcaldía buscaría disminuir la congestión de ventas ambulantes en la Carrera Séptima peatonal, entre la Plaza de Bolívar y la calle 25. Desde accesorios para celulares y comida hasta libros, ropa y juguetes se venden en el corredor.
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