Claudia López confirmó que se mantendrá la temporada de toros en Bogotá en 2020 y anunció alternativas para los antitaurinos. Alcaldía responde por qué Medellín prohibió las corridas de toros y Bogotá no.
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La polémica por la temporada de toros en Bogotá que empezará este domingo terminó. La alcaldesa Claudia López anunció que la Plaza La Santamaría tendrá corridas de toros este viernes. Además, anunció que se presentará «la fiesta no brava, la fiesta de la vida» para equipararse a la fiesta brava.
El anuncio fue hecho por la alcaldesa acompañada de organizaciones animalistas y funcionarios distritales. Según López, el contrato firmado entre la Alcaldía de Bogotá y los organizadores de la temporada de toros en Bogotá se mantendrá. Así, la Plaza tendrá corridas durante el mes de febrero.
Aún así, habrá dos prohibiciones que se empezarán a plantear a partir de este período. La primera es la prohibición completa de la venta de alcohol en la Plaza de Toros. La segunda es la prohibición de ingresos de niños menores de 7 años a la temporada de toros en Bogotá.
Así mismo, se acatará la decisión de la Corte Constitucional para mantener el uso del patrimonio público para las corridas.
Pero, además de esta propuesta, se formará una oferta cultural que haga contrapeso. La propuesta fue planteada por el secretario de Cultura, Nicolás Montero.
La mandataria aseguró que la fiesta «de la vida» buscará disminuir la violencia alrededor de la Plaza entre taurinos y antitaurinos. Para esto habrá exposiciones culturales con la presencia, entre otros, de la Orquesta Filarmónica de Bogotá en el Parque Nacional y las bibliotecas de Bibliored. Todas estas actividades serán gratuitas.
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Alcaldía responde por qué Medellín prohibió las corridas de toros y Bogotá no
El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, prohibió las corridas hasta el 2023.
En medio de la rueda de prensa, la alcaldesa se refirió al caso, recordando que el municipio es dueño del 49 % de la plaza la Macarena y el otro 51 % está en manos de una empresa privada que puede decidir qué espectáculos promover o no, y la logran financiar con otras actividades.
«Allí los socios privados tienen la última palabra y afortunadamente ellos coincidieron con la voluntad del alcalde de alquilar la plaza para otro tipo de espectáculos. En Bogotá, al contrario, la plaza es 100 % pública, y por ello nos vemos obligados a cumplir las sentencias, hasta que una Ley de la República ordene lo contrario», indicó López.