La reglamentación de patinetas eléctricas en Bogotá sólo ha empezado a aplicarse hasta ahora con lentitud y en medio de muchas dudas.
PUBLICIDAD
Las patinetas eléctricas han llegado a Bogotá a través de una gran oleada de inversiones. La presencia de patinetas eléctricas se encuentra a lo largo de Bogotá, en varios sectores de las localidades de Usaquén, Chapinero, Suba, Fontibón y Santa Fe. Aún así, estos sectores no estarían plenamente autorizados, lo que estaría provocando serias dificultades para los vecinos de estos sectores.
La Secretaría de Movilidad ha insistido en la utilización de solo unos sectores de la ciudad para el aprovechamiento económico de las mismas, así como la limitación del número de patinetas eléctricas de alquiler en las calles. Pero las empresas han avanzado de manera más rápida y se han tomado varios sectores inesperados. Zonas como Colina Campestre, la Zona Franca y Salitre ya hacen parte de los servicios de varias de estas empresas. Incluso, en unas de estas zonas se ha generado un trabajo mancomunado para operar de la mano con el sistema TransMilenio.
El objetivo fundamental es proteger la movilidad “de último kilómetro” que dan las patinetas eléctricas. La gerente de Asuntos Corporativos y Comunicaciones de Grin, María Villate, afirmó que con este objetivo su empresa ha abierto convenios con TransMilenio en estaciones del sistema por la calle 26.
“Estos convenios buscan que el usuario se baje del articulado y, en la puerta de la estación, pueda tomar uno de nuestros vehículos para ir hasta la puerta de su oficina. Esperamos expandirlo en la Autopista Norte en el 2020”, aseguró Villate en diálogo con PUBLIMETRO.
Vacíos legales
La dificultad para regular el servicio de patinetas eléctricas fue uno de los motivos por el que Lime, una de las licitatarias que recibió autorización de la Secretaría de Movilidad, abandonó la ciudad el pasado 9 de enero. Antes de hacerlo, la empresa presentó un documento en el que menciona las irregularidades alrededor de la licitación.
Para empezar, según el grupo internacional, otras empresas como Grin y Voom no cumplen con la regulación de Movilidad. La Alcaldía solo habría autorizado la operación en un cuadrángulo definido burdamente por la Autopista Norte y Avenida Caracas, la calle 45, la calle 134 y los cerros orientales.
PUBLICIDAD
Esta zona tendría la autorización para operar 2948 patinetas repartidas entre Voom, Grin, Lime, Muvo y Rennty. Según Lime, empresas como Grin y Voom contaban con muchos más vehículos que los que estaba permitido operar. Además, su operación cubría zonas diferentes a las determinadas por la Secretaría.
Villate reconoció que el área de operación de Grin se expande en sectores como Salitre, Modelia, la Zona Franca y el Aeropuerto El Dorado. “Estos son sectores en donde nuestros usuarios nos han pedido que operemos. Solo atendemos el llamado de muchas personas que nos piden que estemos en estas zonas”, afirmó Villate.
También anotó que la resolución de la Secretaría de Movilidad solo habla de “aprovechamiento económico del espacio público” en las localidades de Usaquén y Chapinero. En otras zonas, según Villate, la operación estaría permitida, pero no el aprovechamiento.
La resolución 336 de 2019 de la Secretaría de Movilidad, en este aspecto, no es clara. Solo define el área autorizada como “primera zona donde se podrá realizar la actividad de alquiler de patinetas”; solo define en una zona menor los espacios de parqueo autorizados, y explica que el máximo de patinetas autorizadas en este sector es de 3050. Así, en las otras zonas existiría un vacío legal que aprovechan otas empresas.
Para solucionar esta situación, el concejal Rolando González (Cambio Radical) ha planteado un debate por la falta de control que, para el cabildante, condujo a la salida de Lime. “Aunque existe un protocolo para el intercambio de información que permita conocer los viajes y el cumplimiento de la regulación, el Distrito no ofreció las garantías a una empresa que le apostó a respetar las reglas de juego”, aseguró.
