El domador de caballos argentino estuvo recientemente en Colombia enseñando técnicas para amansar equinos sin violencia, habilidad que lo ha llevado a varios países de América Latina. Visitándolos se ha dado cuenta de que los vehículos de tracción animal siguen siendo muy comunes en la región, aunque para él, “en esta era esto no tiene ningún sentido”. La propuesta del ‘domador de caballos’ para que termine la «tracción a sangre».
PUBLICIDAD
Martín Ochoteco denomina este oficio como la “tracción a sangre”, pues dice que no hay un caballo más maltratado en el mundo como aquellos que son obligados a llevar pesadas cargas a diario, sin tener un buen cuidado ni una buena alimentación.
“Es hacerlo agonizar lo más que se puede. Yo lo comparo con secuestro, tortura y muerte. Cada dueño al que le roban un caballo que sabe que termina ahí sufre una angustia terrible. Uno de los problemas es que las autoridades nunca se piden papeles de propiedad del caballo, y ninguno de los supuestos responsables del caballo los tiene, eso lo puedo asegurar. Además, estos caballos tampoco tienen vacunas, puede ocurrir una epidemia. Y esos caballos no tienen recuperación si se les lleva al límite”, dijo Ochoteco.
Sin embargo, para el domador de caballos, revertir esta problemática es una cuestión más sencilla de los que parece. Desde hace seis años redactó un proyecto de ley en Argentina que fácilmente puede ser escalable a otras regiones y países.
Lo primero que hay que hacer es prohibir por ley los vehículos de tracción animal para que todas las etapas para revertir el daño sean efectivas.
“Se tienen que mejorar las condiciones de estas personas (los recicladores). Con una moto recolectarían 4 o 5 veces más que con un caballo. Si se les rompe un repuesto en una hora lo pueden cambiar, en cambio se te queda rengo un caballo y lo tienes que dejar quieto un mes y curarlo. No tiene sentido por ningún lado hacer esto”, dice el domador.
La propuesta del ‘domador de caballos’ para que termine la «tracción a sangre»
A grandes rasgos, la propuesta consiste en que a los recicladores les sea entregado un motocarro diseñado especialmente para que no pueda ser separado. Las motos provendrían de las comisarias y parqueaderos donde muchas veces los vehículos se pudren luego de ser decomisados.
PUBLICIDAD
“Esas motos se pudren… es mejor darles una utilidad. Y que los estudiantes de las escuelas agro técnicas presenten sus modelos de motocarro y que los mejores se ganen becas en universidades. Así esto se hace beneficioso para todos”, dice Ochoteco.
Sin embargo, aclara que para esto sea así debe estar prohibido el uso de caballos, de lo contrario es muy probable que las personas vendan el motocarro y consigan otro animal para que siga cumpliendo esa función.
En cuanto al destino de los corceles, la propuesta es que sean enviados a facultades de veterinaria, donde los estudiantes suelen quejarse porque no tienen animales para practicar. Los equinos que se recuperen pueden pasar a centros de equino terapia, a cuyos propietarios también les es difícil pagar por caballos. Y finalmente los equinos que quedaron mal pueden ser dados en adopción bajo un cuidadoso filtro.
“Cuando se tiende a pensar en soluciones para estas personas, los gobernantes siempre se olvidan de los caballos. Les parece que la acción hace parte de un comportamiento social justificado. Este proyecto es adaptable a cualquier país la inversión para un gobierno no es nada. Hay persona a las que hasta se le regalan casas, no debería ser problemático darle un motocarro a una persona que quiere trabajar, es una decisión política”, dijo Martín.
Por otro lado, para el domador es claro que no todos los que trabajan con caballos deben estar dentro de la misma bolsa.
“No es bueno no trabajar, para una persona o para un caballo. El problema es cuando viene la sobre exigencia. Y el maltrato es bastante evidente. Por ejemplo, el gaucho que trabaja con el caballo y hace el tambo a mano y trata bien a su caballo no debería prohibírsele trabajar con él”, dijo Ochoteco.
El presentador del programa de NatGeo confía en que Colombia sea pionero en dar ejemplo en prohibir los vehículos de tracción animal. “Ya ha habido un gran avance, pero hay que terminar de hacerlo totalmente. Si se arma el circulo anteriormente expuesto se pueden rescatar muchos caballos y habrá un beneficio para muchas personas”.
“Yo creo que no es tan complicado. Yo me ofrezco a trabajar y colaborar con el manejo de este proyecto”, finalizó diciendo con la esperanza de que termine el dolor para tantos caballos que son explotados en la región.