Cientos de personas llegaron hasta Ciudad del Río, en el suroriente de Medellín, luego de participar de la marcha convocada para el pasado 4 de diciembre. En inmediaciones se tenía programado un cierre musical con varias agrupaciones voluntarias.
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Sin embargo, varios manifestantes bloquearon el paso por la Avenida Regional en sentido sur – norte y generaron un trancón por varios kilómetros, llegando a afectar hasta el municipio de Envigado. Los manifestantes pacíficos trataron de intermediar con los encapuchados, pero fue en vano.
Desde el Puesto de Mando Unificado se dio la orden de desbloquear la Regional y fue cuando los carabineros dispersaron a los manifestantes y el Esmad empezó a lanzar bombas aturdidoras y gases lacrimógenos. Lo más sorprendente fue que no tuvieron en cuenta que en el medio quedó una estación de gasolina.
Exceso de la fuerza
Con el caos que se generó, el concierto se debió cancelar y los organizadores y músicos quedaron en medio de las agresiones.
«Capturaron a diferentes líderes y activistas que no teníamos nada que ver en ese asunto. Reprimieron a la ciudadanía de manera absurda. Hay decenas de audios que ratifican el exceso de fuerza utilizada por el gobierno local», dijo Víctor Vélez, uno de los organizadores.
Al respecto el secretario de Seguridad de Medellín, Andrés Tobón, dijo que «desde el Puesto de Mando Unificado la instrucción fue muy clara, primero el desbloqueo de la Regional y luego de la Avenida Las Vegas. La instrucción era sin afectar a la ciudadanía ni a nadie que no haya sido parte de los actos vandálicos».
Tobón advirtió que cualquier hecho que haya sucedido está por fuera de la instrucción y están atentos a la recepción de las denuncias correspondientes. «Cualquier tipo de denuncia o´información que pueda ser allegada será investigada. Si hay alguna afectación particular, esperamos de manera ágil para proceder».
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La noche del miércoles la autoridades reportaron que fueron detenidos 20 adultos y dos menores de edad aprehendidos. Sin embargo, los líderes de las manifestaciones han expresado que fueron más de 50 personas, a quienes golpearon, les hurtaron cámaras fotográficas y los celulares.