En el mundo crece la preocupación por el aumento de los casos en los que se ve afectada la salud mental tanto en jóvenes como adultos, pertenecientes a diferentes grupos sociales, etnias o razas.
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En Colombia, la preocupación también crece y no solo por la población en general, también se intensifica por los diferentes grupos de minorías sociales, en especial por el tratamiento de la salud mental en la población Lgbti.
Para 2018, Medicina Legal reveló que en total se registraron 1065 casos de suicidio en Colombia, de los que entre el 1,5% y 3% serían de personas pertenecientes a la población Lbgti, según información que reveló la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional. Dichos suicidios serían el resultado de diferentes enfermedades mentales por las que las personas estarían pasando y que no se detectaron a tiempo.
Según la Organización Mundial de la Salud, “la conducta suicida se considera un síntoma de un malestar o trastorno emocional o mental” y sería una forma de diagnosticar y evitar comportamientos suicidas, si se logra identificar a tiempo.
Es por esto que ha crecido la incógnita de qué se está haciendo en Colombia por la salud mental y la prevención del suicido en la población de la comunidad Lgbti. Aunque la respuesta no es positiva, se han venido adelantando diferentes factores para la prevención y acompañamiento de personas con pensamientos suicidas.
En el país existen diferentes organizaciones sociales enfocadas en el tema de salud mental en minorías sexuales, dichas organizaciones están encargadas de realizar prevención y acompañamiento a personas que han presentado diferentes problemas de salud mental o incluso intentos o pensamientos suicidas.
Una de las organizaciones enfocadas en este tema es la Fundación Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (Gaat), que han venido implementando diferentes mecanismos para realizar un acompañamiento psicosocial a la comunidad Lgbti, específicamente a personas trans. Esta fundación, además de realizar un acompañamiento a sus miembros, realiza grupos de apoyo y trabajos con los familiares de los afectados.
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Según Laura Weinstein, directora ejecutiva de la Fundación Gaat, factores como la soledad, el rechazo y el hecho de estar todo el tiempo luchando contra la discriminación son los principales aspectos que llevan a una persona gay a tener problemas mentales o, incluso, pensamientos suicidas.
Estos serían factores importantes a la hora de detectar este tipo de casos en la población Lgbti, “cuando una personas se aísla, cuando una persona no quiere hablar con nadie, muestra señales de tristeza, son situaciones que permiten detectar posibles pensamientos suicidas”, argumenta Weinstein.
“Entre las enfermedades mentales que se han identificado dentro de la población Lgbti en Colombia están la ansiedad, depresión y problemas de reconocimiento”. Para tratar este tipo de afecciones existen diferentes grupos de apoyo como la Fundación Sergio Urrego, Liberarte, Colombia Diversa y Gaat, que vienen adelantando mecanismos para tratar la salud mental en la población Lgbti en compañía de expertos.
