El concejal, candidato a la Alcaldía por Mais, en alianza con Colombia Humana, asegura ser la opción diferente, se empeña en el metro subterráneo y por primera vez habló sobre las acusaciones de maltrato y acoso sexual en su contra. Asegura que vive gracias a un rito indígena y para realizar las propuestas que sus adversarios le dicen que son imposibles
PUBLICIDAD
¿Cómo manejan el último lugar en las encuestas?
En mediciones internas no estamos de últimos. Realmente superamos a Miguel Uribe Turbay, nos acercamos mucho a Carlos Fernando Galán y se proyecta superarlo. En la campaña decimos que todo está por pasar. En estas elecciones todas las encuestas están muy dispares y nosotros lo que percibimos en la calle es un crecimiento vertiginoso que nos comprueba lo que nos dicen nuestras mediciones internas.
Desde que inició su candidatura, usted ha dicho que es la opción diferente, ¿por qué?
Porque no soy un heredero de Peñalosa. La única propuesta diferente al modelo de ciudad del actual alcalde se llama Hollman Morris y voy a explicar por qué. Primero, los otros tres candidatos apoyan el metro elevado. Segundo, apoyan la construcción de tres troncales de TransMilenio, que ese es el negocio de Peñalosa. Tercero, concuerdan en el proyecto Lagos de Torca y cuarto, en temas de seguridad, Galán, López y Uribe Turbay, privilegian el modelo del policía, pero ignoran combatir al narcotráfico que se tomó la ciudad.
¿Cree que ese es el mayor problema de seguridad?
Claro que sí. Es que el problema de Bogotá, hoy se llama Clan del Golfo, que se está peleando el control de la droga en la capital, por eso hay casas de pique, por eso hay muertos envueltos en tapetes. Yo sí le apuesto a atacar a ese grupo narcotráficante con mano dura y no a atacar a los consumidores de droga, que fue en lo que se quedaron los otros candidatos.
PUBLICIDAD
Muchos seguidores de Claudia López dicen que si usted no desiste y apoya a la candidata, va a ganar un candidato peñalosista…
Lo que nos hace diferentes a las fuerzas políticas tradicionales es que nosotros no hacemos alianzas por puestos, ni por migajas. Y una cosa que quiero que quede muy clara, ni Gustavo Petro, ni Hollman Morris hacemos acuerdos programáticos, ni por secretarias o puestos. Y el acuerdo programático que definirá la vida de la ciudad será el metro subterráneo vs. el metro elevado y ella ya decidió a cuál apoyar.
Usted dice que más que elecciones, lo que se celebrará el 27 de octubre es un plebiscito, ¿a qué se refiere?
El metro elevado es la muerte de Bogotá y será la muerte de cualquier proyecto alternativo de gobierno en la ciudad por décadas. El metro de Peñalosa es la megacorrupción de Bogotá. Los bogotanos tendrán que escoger en las elecciones entre la corrupción que representa el metro elevado o el futuro que representa el metro subterráneo, que además está listo para su construcción.
¿Qué va a hacer si Peñalosa deja licitado el metro?
Lo que tenemos que evitar es eso, pero no hay que esperar hasta el 27, hay que hacerlo ya. Si lo llegan a dejar firmado, yo, como alcalde, lo desmonto, porque no puede ser que la corrupción nos pase de frente y no se pueda hacer nada. El mandato que me den los bogotanos me servirá para decirle ‘chao’ a ese proyecto que pretende enterrar 30 billones de pesos. La ley de contratación me va a dar el poder para deshacer un negocio que la Contraloría ya mostró que no es legal. Por eso me extraña que Claudia López, que dice luchar contra la corrupción, no diga nada de esto.
¿Tocaría empezar de ceros con el metro subterráneo?
¡Para nada! Es que el convenio 1880 que se le entregó a Peñalosa decía claramente que solo había que estructurar la licitación y no lo hizo. Planeo que en el primer semestre de 2020, se deje licitado el metro subterráneo que ya tiene estudios y empezar la construcción a final de año. El subterráneo ya tiene todos los estudios. Al metro elevado sí le falta mucho para ser una realidad.
¿Y de dónde planea financiarlo?
Muy fácil. El metro subterráneo ya tiene cuatro billones de pesos que se llaman Vigencias Futuras Excepcionales y que terminaron en el metro elevado, porque las pidió Peñalosa con los estudios que hizo la administración de Petro. Por otra parte, como la votación va a ser de millones, tendré la potestad política para decirle al Gobierno que no chatajee a la ciudad y que nos dé lo que nos falta.
¿Pero eso sí sería posible en el gobierno de Iván Duque?
Creo que si Iván Duque quiere salir de esa espiral de baja popularidad, tiene que aceptar darle la plata a nuestro metro, al mejor metro para la ciudad. Le voy a decir que este metro tiene 27 kilómetros, 25 estaciones y que solo cuesta 18 billones de pesos. No se va a negar.
La otra propuesta es la de la universidad con 250.000 cupos, ¿en qué consiste?
Esto no es una propuesta para Bogotá, exclusivamente. Nosotros estamos pensando en una revolución educativa como la que se dio en la Bogotá Humana en primaria y bachillerato gratuitos. Lo que quiero es que los 50.000 jóvenes que se quedan cada año sin entrar a la U por cupos o por falta de recursos, entren y que los financie Bogotá. Así, durante cinco años. Al pasar el quinquenio tendremos a la primera generación graduada y 250.000 estudiantes en el sistema de educación superior.
¿Cómo la financiaría?
¡Es muy fácil! Es que es como quitarle un pelo a un gato. Bogotá es la sexta economía de Latinoamérica. Con un PIB menor, Quito financió el metro subterráneo. A ver, para hacer cuentas: un estudiante de la Universidad Distrital cuesta alrededor de 7.000.000 de pesos anuales. Financiar a la universidad cuesta 300.000 millones anuales. Eso es lo que se gastó Peñalosa en un año de publicidad, para decirles la mentira a los bogotanos de que el metro elevado ya está listo. La plata la hay, pero la quieren meter en troncales de TransMilenio.
¿Y qué quiere hacer con TransMilenio?
No soy un talibán anti TransMilenio, solo sé que ya fue el tiempo de ese sistema. Ya no puede ir más. Vamos a dejar las troncales que ya están, vamos a arreglar esas casetas a las que llaman estaciones, que no tienen nada de estaciones. Vamos a techar los corredores para dignificar el sistema y vamos congelar la tarifa. En todo el mundo subsidian el transporte. Podemos hacer la tarifa hora valle para que la gente se deje de colar y se suba al sistema y pueda huir de la pobreza.
Cambiando el tema, ¿en qué van los escándalos por acoso y violencia?
Ha llegado la hora de decir cosas. Es una infamia y soy completamente inocente. Detrás de esto hay una estrategia política para tumbar nuestra campaña que no se ha medido en pasar por encima de la dignidad de mis dos hijos, un menor de edad y una mujer joven. Las denuncias aparecen cuando me lanzo. Aparece una señora después de ocho años a hacer una serie de señalamientos falsos; aparece una señora que traen, que la mueven, la entrevistan y ni siquiera ha puesto una denuncia penal. Ninguna de las acusaciones tiene fundamento y lo vamos a demostrar. Uno empieza a enterarse de cosas, como que hay una agencia de comunicaciones y publicidad moviendo estos casos. Ahhhh… ¿quién tiene el dinero para hacer esto? Yo me he medido por mis hijos, pero no más. Esto es una infamia que mató a mi papá.
¿Pudo hablar con las mujeres petristas que decidieron no apoyarlo?
Las respeto. Lo que no convengo es que me hayan juzgado sin filtrar las denuncias que son inocuas: debo decir que se ha ignorado a un numeroso movimiento de mujeres que están conmigo, incluso, desde colectivos feministas. Respeto a la mujer y estoy agradecido con las que me apoyan.
¿Cómo es un día de campaña de Hollman Morris?
Me levanto temprano, hablo con mis asesores, escucho radio y planeo la campaña: desayuno liviano, tomo mucha agua y la lucho. Tengo metida la canción Parao de mercedes Sosa y Vicentico, que es la que me tiene arriba. Curiosamente esa ceremonia en el Sumapaz es lo que me tiene vivo, porque esto ha sido muy doloroso, pero a mí me entierran de pie. No viviré arrodillado. |Natalia Martínez- Publimetro