El senador Iván Cepeda dijo que el Gobierno está en mora de aplicar una «política coherente» que garantice los derechos y la vida de los indígenas que han sido víctimas de la violencia por defender su territorio.
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Así lo aseguró Cepeda, copresidente de la Comisión de Paz del Senado y uno de los más firmes impulsores del proceso de paz, al fijar su posición sobre la muerte de dos indígenas en el Cauca ocurrido el sábado cuando hombres armados atacaron un bús en el que se movilizaban miembros de la Guardia Indígena.
«El Gobierno está en mora de aplicar una política coherente en el territorio, es decir el Gobierno debe disponer de una presencia integral de todas las agencias del Estado que garanticen una investigación y una atención de los derechos de la población», dijo Cepeda.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) informó el sábado en un comunicado que ese «nuevo hecho criminal» ocurrió en una vía que comunica a los municipios de Toribío y Caloto y que el defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret, atribuyó a las disidencias de las Farc.
El ataque armado a una chiva también dejó cinco heridos, entre ellos un menor de edad, según Negret.
Cepeda añadió que los asesinatos del sábado y los ocurridos en la zona hace algunas semanas constituyen «una situación particularmente grave en el norte del Cauca que está dirigida contra los pueblos indígenas que habitan ese territorio».
«Llama la atención que además de haber sido asesinados varios miembros de autoridades indígenas ahora estén asesinado cada semana miembros de la Guardia Indígena» la cual, dijo Cepeda, tiene la función de proteger a los aborígenes del Cauca.
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El parlamentario se declaró a la espera de las investigaciones de las autoridades para dar con los autores de estos crímenes pero dijo que «es evidente que esos móviles están muy relacionados con la defensa del territorio y de la tierra que han hecho los indígenas en esta parte del país».
Cepeda recordó que la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) ha denunciado que en el país están en vías de ser llevados a la extinción más de 60 pueblos indígenas.
«Es un dato alarmante (…) estamos hablando de la extinción de 60 culturas y de poblaciones indígenas», sostuvo.
Según la ONIC desde la firma del acuerdo de paz han sido asesinados 159 indígenas; y desde el 1 de julio al 10 de agosto de este año han registrado seis asesinatos, 15 atentados y 30 amenazas.
Ante la situación los indígenas realizan este domingo una reunión en el Resguardo Indígena Toez, zona rural del municipio de Caloto, en la que 126 de sus autoridades analizan las acciones frente a la violencia que los afecta.
«Se va a enfatizar sobre el control territorial y tenemos que mirar unas líneas puntuales de acción de lo que sigue de ahora en adelante», dijo a periodistas Harold Secué, de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN).
A propósito de los sucedido en el Cauca, la oficina en Colombia de la ONU para los derechos humanos urgió el sábado al Gobierno colombiano a dar «protección efectiva» a los indígenas Nasa del suroeste del país que han sido víctimas de ataques armados.
«Esta grave situación lleva a la Oficina a urgir al Estado por una protección efectiva de la vida y la integridad física y cultural de los integrantes de este pueblo indígena», dijo Alberto Brunori, Representante en Colombia de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Detalló que en lo que va de 2019 la Oficina ha recibido información sobre el homicidio de 36 integrantes del pueblo nasa del norte del Cauca, sumados a aproximadamente 53 amenazas de muerte y 8 atentados.
El departamento del Cauca es uno de los más conflictivos de Colombia por la presencia constantes de grupos guerrilleros y bandas criminales de origen paramilitar dedicadas al narcotráfico.
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