El cuidado de los bosques debería ser una prioridad para todos, ya que estos son los pulmones del planeta, el hábitat de miles de especies, muchas de ellas endémicas y en peligro. Además, son una importante fuente de agua y alimento. Es por eso que Alpina, en pro de contribuir a mitigar el cambio climático, tomó acciones para ayudar a salvar el planeta.
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Por esta razón, para disminuir la huella de carbono asociada a su actividad productiva, transporte, consumo de electricidad y combustibles, durante los últimos 10 años, la compañía ha logrado reducir el Ecoíndice de huella de carbono en un 26%. Esto, gracias a la implementación de nuevas tecnologías, la optimización del sistema de distribución, el uso de combustibles más limpios, buenas prácticas de conducción de su flota y programas de mantenimiento productivo.
Ahora, además de disminuir la cantidad de residuos enviados a rellenos sanitarios, se permitió evitar la tala de más de 25.300 árboles en 2018, contribuyendo así a reducir el Ecoíndice de residuos generados por tonelada en 10.5% desde 2011, según su último Informe de Sostenibilidad 2018, elaborado bajo los estándares del Global Reporting Initiative, auditado por la firma Ernest & Young.
Por otro lado, contar con Plantas de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) en todas sus sedes de operación, ha permitido tener remociones de contaminantes del 98% durante los últimos seis años, un porcentaje superior al exigido por la normatividad ambiental nacional.
Durante el 2018 se alcanzó un promedio de 1,89 vacas en ordeño por hectárea y de 12.272 litros de leche por hectárea, acercándose al promedio nacional de Nueva Zelanda, el mayor competidor en producción de leche del mundo.
Pero no solo se puede hablar de reducir impactos ecológicos: el impacto humano también es importante. De hecho, Alpina aboga por el comercio justo. Por esta razón, establece la compra local directa, la promoción de buenas prácticas y programas de apoyo con sus proveedores y aliados. Durante el año pasado, la compañía trabajó con 3800 ganaderos y en cuanto a la producción de fruta, esta trabaja con hasta 500 campesinos de varias regiones del país. Hasta 260 mujeres cabezas de familia son apoyadas a la hora de trabajar en manufactura de despitonado de fresas y moras entre otras frutas.
Por otro lado, se espera reducir el desperdicio de alimentos con el proyecto Buen Provecho: mediante el cual en el 2018 Alpina donó más de 1’400.000. unidades de producto en buen estado al Banco de Alimentos de Colombia y reaprovechó el 99% por ciento de devoluciones y bajas al separar los empaques (convertidos en material aprovechable) y el producto, convertido en alimento para animales.
De esta manera, Alpina es consciente de que el mundo necesita acciones pequeñas, que sistemáticamente se convierten en grandes transformaciones que ayudan al país, al planeta y que preservan nuestro presente y futuro inmediato.