Decenas de manifestantes salieron a la avenida NQS en la mañana de este miércoles. El grupo de vecinos de 11 barrios de la localidad Barrios Unidos manifestó su rechazo a un proyecto que buscaría cambiar sus barrios, algunos de los más antiguos de Bogotá. Este proyecto, llamado Alameda Entreparques, los convertiría en espacio para grandes conjuntos en zonas muy deseables del norte de Bogotá.
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Aún así, el proyecto podría sacar a miles de residentes de sus casas. Los habitantes de La Patria, San Martín, Santa Sofía, 11 de Noviembre, Juan XXIII, La Aurora, Alcázares, La Merced Norte, Siete de Agosto y La Paz se verían afectados por esta decisión que se tomó en 2017 y se modificaría en el nuevo POT.
Todas estas zonas unirían el canal Rionegro, el Parque El Virrey y el Parque Metropolitano Simón Bolívar mediante un parque lineal que se ubicaría entre la carrera 24 y la Avenida NQS, de las calles 88 a 67. Esta obra afectaría a industrias, comercios y residencias como los talleres del Siete de Agosto, bodegas en Alcázares y las oficinas y consultorios en el Polo Club.
Guillermo Londoño, líder de la Urbanización San Martín, dijo que este proyecto afectaría a unas 15.000 familias. “Hoy en día están hablando de la vetustez, que porque las residencias tienen 30, 40 o 50 años. Pero, por ejemplo, el San Martín es un barrio de conservación histórica. Por esta decisión, las casas no se pueden vender sino a la mitad del precio real”, aseguró el líder vecinal.
Los líderes del sector también afirman que el proyecto de Alameda Entreparques, que se presentó en 2017, no fue socializado a la población. Así lo confirmó el director del Consejo Distrital de Planeación Territorial (Cdpt), Carlos Roberto Pombo.
“Este es un proyecto en el que no hubo concertación con la comunidad, lo cual es una lástima para esta población que es mayormente de la tercera edad y que ahora se encuentra sumamente molesta”, aseguró Pombo a PUBLIMETRO.
Planeación responde
El secretario de Planeación Distrital, Andrés Ortiz, respondió a las críticas de los vecinos de estos barrios. Aseguró que el cambio de usos del suelo no incluiría la posibilidad de contar con bares ni otros negocios de alto impacto, sin una mitigación adecuada.
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“El proceso de socialización ha sido el más extenso que ha tenido un proyecto de renovación urbana. Tuvo divulgación en la página web, avisos de prensa, reparto masivo de anuncios y cuatro reuniones con vecinos. En el proceso actual de reglamentación con la ERU llevamos más de 23 mesas de trabajo”, afirmó Ortiz.
El secretario aseguró que los propietarios pueden mantener sus casas, modificarlas a través de la norma actual, o construir cediendo el englobe de espacio público que conformaría la obra de la Alameda Entreparques.