El hecho ocurrió en Urrao, Antioquia y las autoridades investigan los detalles. Con una llamada desde la cárcel empezó el escabroso crimen de dos ingenieros.
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Las autoridades señalaron que no se trató de un secuestro sino de un caso de extorsión.
Fue el jueves pasado cuando encontraron los cuerpos de Huber Ballesteros Arbeláez, de 67 años y Luis Guillermo Carrillo Limas, de 31. Los cadáveres estaban en una zona boscosa en la vereda Orobugo.
Las primeras investigaciones indican que los ingenieros fueron contactados con el fin de viajar a un trabajo que tenían que hacer en la vereda.
«Primero hay que clarificar que no fue un secuestro, fue una extorsión. Desde una cárcel nacional llaman a los empleados para hacer un trabajo de topografía en el municipio, los hacen llegar hasta un sitio no determinado de la población en donde se pierde la señal telefónica. Una persona los conduce al lugar, y otra los recibe. Una vez retenidos, les toman fotografías para hacerlas llegar a sus familias y es ahí cuando empieza la extorsión, pero se les sale de las manos y deciden matarlos”, dijo el alcalde Herbert Henry Holguín Díaz a El Tiempo.
Pero el caso terminó en tragedia y las autoridades encontraron los cuerpos con heridas de arma de fuego.
Aún no se sabe si las familias entregaron los 150 millones de pesos que los criminales pidieron por el rescate de los ingenieros.
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