Más de 4,6 millones de población afrocolombiana han sido víctimas de todo tipo de violaciones a los derechos humanos durante el conflicto armado en Colombia, según denunciaron varias organizaciones ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).
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«Alrededor de cuatro millones de personas de los pueblos negros han sido víctimas. Esto es una falta de empoderamiento por parte del Gobierno colombiano hacia nosotros», dijo en una rueda de prensa María Ángela Salazar, miembro de la Comisión de la Verdad creada por el acuerdo de paz firmado con las FARC en noviembre de 2016.
En varios informes entregados este jueves a la JEP, encargada de juzgar los crímenes cometidos en el marco del conflicto armado, cinco organizaciones procedentes de diferentes lugares del país mostraron el impacto que ha tenido la violencia en sus comunidades.
En su intervención, Delis Palacios, del Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá, hizo énfasis en los estragos del desplazamiento forzado.
«De los 4.665.000 de afrocolombianos, unos dos millones han sido desplazados de su territorio, lo que significa que casi el 50 % están desarraigados», indicó Palacios.
Bojayá es una localidad del selvático departamento del Chocó (fronterizo con Panamá) en la que el 2 de mayo de 2002 al menos 74 personas murieron y decenas quedaron heridas al caer en la iglesia del pueblo donde habían buscado refugio una bomba lanzada por las FARC durante un combate con paramilitares.
Según Palacios, con los informes entregados a la JEP se espera que «se generen las condiciones para que los afrocolombianos puedan desarrollarse en sus territorios y para que se garantice la no repetición de la guerra».
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En el Registro Único de Víctimas (RUV) creado por el Gobierno para restablecer la dignidad de los afectados por el conflicto armado están contabilizados 8.421.627 colombianos.
De ellos, 813.080 negros, afrocolombianos, raizales y palenqueras son objeto de reparación.
Entre los hechos victimizantes de mayor ocurrencia entre estas comunidades el de mayor incidencia es el desplazamiento forzado, con alrededor de 792.000 personas, de acuerdo con el Gobierno.
Los negros en Colombia también han sufrido amenazas (41.000 casos reportados), homicidios (34.700 víctimas directas e indirectas), combates y hostigamientos (14.195 reportes) y delitos contra la integridad y la libertad sexual (2.584 casos).
Lo anterior, sostuvo Carlos Rosero, del Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano, hace posible decir que «de manera directa la totalidad de la gente negra en este país, que representa el 10,5 % de la población nacional, fue afectada por el conflicto».
Por ello, explicó, no es descabellado aseverar que «no hay una sola familia negra en Colombia que no tenga un muerto, un amenazado o un desplazado. No hay casi ningún territorio de gente negra en este país que no haya sido afectado por el conflicto armado interno».