Una mirada tierna y el cuerpo de un niño. El niño identificado como sicario de 12 personas en Medellín fue capturado luego de matar a dos comerciantes a sangre fría en el barrio Santa Lucía.
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Cuando la policía se encontró al menor, este sin reparos aceptó lo que hizo. Los mató por encargo. Según quienes analizaron el perfil del menor, es experto en sicariato.
Seguramente, y por los perfiles de sus disparos, debió tomarle unos seis años aprender, por lo que estaría en la banda criminal desde los ocho años.
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El menor de 14 años al aceptar y con la mirada perdida, es catalogado por expertos en psicología como no rehabilitable. El hecho de que matara sin corazón, y sin siquiera preguntar porqué, lo hace un peligro para la sociedad.
Según investigadores y expertos en el tema de psicología criminal, el menor ya no puede ser tenido en cuenta como alguien apto para la sociedad, pues recaería.
Según investigadores criminales, el menor hace parte de la peligrosa organización de La Torre en Medellín y ha matado a 12 personas. Pagará una pena en un centro carcelario para menores.
Este no es el único caso. El menor hace parte de una lista de menores atrapados en la Comuna 13 delinquiendo y disparando contra policías.
Sin embargo, tras conocer la cara del menor, las fotos que se viralizaron se empeñaron en mostrar al niño con sus dos manos envueltas en bolsas de papel y muchos preguntaron el por qué.
El pequeño fue capturado minutos después de que cometiera los dos crímenes de comerciante y mensajero y para poder dar proceso judicial, las autoridades necesitaban no perder los rastros de pólvora.
La idea es cotejar los restos de pólvora o tejidos en las uñas y en los dedos y la bolsa de papel impide que el joven se frotara las manos y se perdieran datos importantes.
