Dieciocho familias campesinas del corregimiento de Badillo, área rural de Valledupar, regresaron a sus tierras. Como miles de familias, fueron despojados de su tierra por grupos paramilitares. Pero en su lista de propietarios aparece uno que estimarán mucho: el ‘Cacique de la Junta’, Diomedes Díaz.
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Las familias que recibieron este viernes sus predios habían pagado extorsiones de más de un millón de pesos anuales a las AUC. En 2004, los habitantes recibieron una orden perentoria. Debían abandonar sus casas en 24 horas o serían asesinadas. El predio, de 363 hectáreas, fue ocupado así por un testaferro de uno de los líderes paramilitares.
Cuando el líder de las AUC falleció la tierra fue traspasada a una mujer, que “lo vendió a un tercero, y este hizo negocio con Diomedes Díaz Maestre, quien finalmente hizo un contrato con la esposa de su mánager, Teodora Daza”, según la Unidad de Restitución de Tierras (URT).
«Estamos felices de regresar. Recuperamos lo que la violencia nos quitó y, ahora, vamos a aprovechar esta oportunidad para tener una mejor vida”, afirmó Fabián González, uno de los beneficiarios.
La sentencia exige a la URT que se asista a los beneficiarios para presentarse a subsidios de proyectos productivos, vivienda rural y subsidio integral de tierras.