A pesar del rechazo de la Guardia Nacional Bolivariana, miles de venezolanos marchan por las calles de Caracas. La marcha de Juan Guaidó, presidente reconocido por 50 países, trató de ser disuelta con gases lacrimógenos. Pero los manifestantes en contra de Nicolás Maduro se mantuvieron en su protesta contra su gobierno.
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Los gases lacrimógenos, constatados entre otros por la agencia EFE, no fueron los únicos mecanismos del gobierno de Maduro para tratar de contrarrestar la marcha de Juan Guaidó. El equipo de Guaidó denunció que no se les permitió instalar una tarima en la Avenida Victoria, sitio de la marcha. Tres personas que transportaban las estructuras fueron detenidas por la GNB.
Las presiones de Guaidó y sus simpatizantes se multiplican este sábado, en medio de un apagón de más de 30 horas. «Pretenden jugar al desgaste, pero ya no tienen manera de contener a un pueblo que está decidido a concretar el cese de la usurpación. Y hoy lo vamos a demostrar en las calles. Atentos», dijo el mandatario interino en Twitter sin ofrecer más detalles.
Miles de venezolanos marchan por todo el país, más allá de la falta de energía que se mantiene en amplias zonas de Venezuela. Además, la crítica situación económica y la emergencia social hacen que los venezolanos se vuelquen a favor de Guaidó.