Para 46 jóvenes beneficiarios del programa ‘Generación E’ del Gobierno Nacional, el 16 de enero no fue el día que esperaban. Los jóvenes ‘pilos’ fueron admitidos por la Universidad de los Andes para estudiar Medicina. Pero ese día, a pocas horas de empezar su inducción, recibieron la noticia de que no empezarían clases por un problema presupuestario.
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Los jóvenes ya se encontraban en Bogotá, instalándose y comprando sus útiles para empezar su carrera universitaria. Pero un correo enviado por la jefe de servicios financieros de la Universidad de los Andes, Ana María Meza, les arruinó las expectativas. El correo, conocido por el diario El Espectador, indica que el Icetex no giró los recursos para pagar su matrícula.
«Cada periodo semestral la universidad de los Andes establece un periodo de matrículas, para el primer semestre de 2019 la última fecha disponible para realizar este proceso es el 17 de enero. Como hasta la fecha el Icetex no ha aprobado ningún apoyo para los beneficiarios del componente de Excelencia del programa de Generación E usted no se encuentra matriculado en la Universidad», dice la carta conocida por El Espectador.
El Icetex entregó los recursos el mismo día, pero la universidad no aceptó estos documentos. Según los padres de familia, la institución académica habría preferido otorgar los cupos a otros estudiantes, con la capacidad económica para pagar las matrículas.
«La universidad nos ofertó un cupo y ahora nos lo está negando. Nuestros hijos no hacen sino llorar y están sumergidos en estado de depresión porque creen que sus sueños se frustraron y que sus esfuerzos no valieron la pena», afirmaron los padres en una carta enviada a la ministra de Educación, Victoria Angulo.
El gran cambio estaría en el monto de los subsidios del programa Generación E, en reemplazo de ‘Ser Pilo Paga’. El anterior programa pagaba el 100% de la matrícula de recursos públicos. Luego de las críticas, el programa ‘Generación E’ paga el 50% de la matrícula con recursos del Estado. El 25% entra a través de un fondo de donaciones, y el 25% restante es pagado por la propia universidad. Esto es crítico, dado que cada estudiante de medicina en los Andes debe pagar más de 23 millones de pesos semestrales.
El Espectador intentó indagar qué ocurrió con los estudiantes, pero la Universidad de los Andes se negó a responder. Los padres y el Ministerio de Educación están reunidos para tratar de encontrar respuestas a la situación.