En la tarde del jueves, la Fiscalía llamó a declarar a Wilson Arébalo. El comerciante de lácteos vendió en 2017 a José Aldemar Rojas una camioneta Nissan Patrol blindada. Este vehículo, de placas LAF565, fue el que el pasado jueves explotó en la Escuela de Cadetes, dejando 21 muertos y 68 heridos. La historia de la venta de la camioneta llena de preocupación a la Fiscalía.
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Rojas le habría comprado a Arébalo la camioneta luego de verla parqueada frente a su tienda, en la verdea Primavera de Fortul (Arauca). Al verla, Rojas la probó y ofreció comprarla en el acto. Pocos días después, según Semana, entregó 10 millones de pesos para pisar el negocio.
Según Semana, luego de varios problemas notariales el traspaso se completó, y Rojas pagó los 15 millones de pesos restantes. Así mismo, el considerado como autor material del atentado sacó su licencia de conducción. Pero la historia de la camioneta no termina ahí.
El comerciante habría comprado la camioneta a un hombre de Saravena llamado Mauricio y conocido como ‘Macancán’. A cambio de la misma había dado un automóvil y 10 millones de pesos. El vendedor sería Mauricio Mosquera Rojas, capturado como presunto miembro del ELN.
Adicionalmente, y como muchos araucanos, Arébalo habría sido víctima de extorsiones del grupo guerrillero. Tenía que pagar un millón de pesos anual a la columna Omaira Montoya. También habría sido amenazado por un comandante de esta estructura, por haber golpeado a un empleado.