El número dos de la antigua guerrilla de las FARC, Iván Márquez, considera que fue un error el haber dejado las armas antes de la implementación total del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 con el Gobierno colombiano, y dijo que los avances en ese sentido «desalentadores».
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«Incurrimos en varios errores, como el de pactar la dejación de armas antes de asegurar el acuerdo de reincorporación política, económica y social de los guerrilleros», manifestó el exjefe guerrillero en un vídeo divulgado hoy en redes sociales. Iván Márquez explicó que Manuel Marulanda Vélez, alias «Tirofijo», «había advertido que las armas debían preservarse como garantía del cumplimiento de los acuerdos».
El paradero de Márquez, exjefe del equipo negociador de las FARC en La Habana, se desconoce desde mediados de julio pasado. En ese entonces decidió no asumir un escaño como senador por las FARC. Se juntó a otros exguerrilleros en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de Miravalle, en el Caquetá.
En el vídeo de poco más de 12 minutos, Márquez agrega: «no queremos ahora llorar sobre la leche derramada. No vamos a engañar a ningún guerrillero con el cuento de que todo está bien, que el Gobierno está cumpliendo». Al hacer críticas al Estado, Márquez asegura que el Gobierno no ha cumplido con su palabra.
Para Iván Márquez, dos años después de la firma de los acuerdos de paz los avances son «desalentadores». En ese período han sido asesinados 400 líderes sociales y 85 guerrilleros, «una prospectiva de muerte aterradora».
«La paz fue traicionada por el Estado colombiano, que optó por la perfidia y el incumplimiento de lo pactado con buena fe», insistió Márquez. Aseguró que en el Congreso «cambiaron el texto original» del acuerdo de La Habana. Subrayó que «el Estado colombiano ha desestimado sus obligaciones internacionales de cumplimiento adquiridas».
Márquez también aseguró que «hay inseguridad jurídica» para los exguerrilleros. Esto en referencia al proceso de Jesús Santrich. También se refirió a la detención en Colombia de la exguerrillera Anayibe Rojas Valderrama, alias «Sonia», quien fue deportada en septiembre del año pasado por Estados Unidos en donde purgó una pena de once años por narcotráfico.
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Pese a todo, Márquez asegura: «Vamos a dar la pelea para tratar de recomponer las cosas y reparar el daño, como una modesta autocrítica. (…) Eso sí: levantando muy en alto la bandera de la paz».
Por último, el exjefe guerrillero envió un mensaje de solidaridad al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de cuyo gobierno dijo que es objeto de «un ataque de la derecha».