Séptima entrega del especial Voces a prueba de balas.
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Es mujer, es líder social, tiene 21 años y como buena nariñense, lleva en su sangre la firmeza del volcán Galeras.
Salomé Melo es una joven que a sus 15 años se descubrió como una líder natural y hoy se identifica como una joven rebelde. Por eso, en estos seis años que han pasado desde aquel momento, continuó luchando por acabar con las injusticias que la angustiaban y ayudando a los que necesitaban de ella en su comunidad.
Es de Samaniego, uno de los muchos pueblos de Nariño que han sufrido la violencia desde hace décadas y que aún continúan trabajando para encontrar paz para su territorio.
PUBLIMETRO, en asociación con Somos Defensores y Sancho Publicidad contarán su historia para que transcienda e inspire a más jóvenes como ella.
“Para nosotros es importante que la gente se preocupe por las situaciones que vivimos y esta campaña nos sirve como visibilización y como un mecanismo de protección para nuestras vidas”, dijo Salomé.
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Su lucha empezó hace seis años, en el colegio de Samaniego. Ahí lideró un grupo de estudiantes que pedían más docentes para terminar el año escolar. “Varios profesores fueron amenazados y tuvieron que dejar el colegio. Por eso, mi grupo empezó a pedir profesores de reemplazo y no de planta, mientras que terminábamos el año escolar. Ahí me di cuenta de los muchos problemas que esto me traería, pero seguí”, agregó.
A raíz de lo que ocurrió en el colegio, surgió el grupo Pocho Hormiga. “El colectivo se enfocó en recuperar espacios abandonados del pueblo. Samaniego siempre ha sido zona roja, ha vivido en carne propia el conflicto. Por eso nos dedicamos a recuperar una escuelita que estaba abandonada y la convertimos en una biblioteca popular para que no la usaran luego de base militar”, indicó Salomé.
Tres años después, formó parte de la organización política Juventud Rebelde. Desde Nariño empezó con el proceso de formación y desde hace aproximadamente dos años empezó a desempeñarse como secretaria departamental de Derechos Humanos de Nariño: “Desde ahí realizamos acompañamiento en este tema a distintos procesos hermanos, como la lucha por la tarifa diferencial y distintas manifestaciones que busquen la reivindicación de los derechos de los jóvenes y la comunidad en general”.
Desde hace un año, también hace parte de la Plataforma Municipal de Juventud de Pasto, en el eje de derechos humanos, desde donde se impulsó la creación del primer subcomité juvenil, con participación de distintas organizaciones juveniles, para tratar temas específicos de violación de derechos humanos: “Nosotros, el año pasado, después de varias propuestas, logramos que se creara el primer subcomité juvenil de Colombia. Y desde ahí se encargan de velar por los derechos de la ciudadanía en general”.
Su lucha
Para Salomé, no es fácil ser joven y ser líder social, pero es una tarea que con el tiempo ha sabido llevar.
“El hecho de ser jóvenes para nosotros, implica mayor riesgo y mayor estado de vulnerabilidad. Porque a nosotros nos ven como en una etapa de juventud que tienen que quemar y nosotros hemos dicho que somos el presente y por eso se nos debe respetar”, dice Salomé.
Reconoce que es una labor complicada, pero a ella le gusta ayudar y eso es lo que hace: “Mi día a día es un poco distinto al de las demás chicas de mi edad, lo sé. Asisto a la universidad, estudio Derecho. Voy a mis prácticas profesionales y también saco tiempo para las labores de derechos humanos”, comenta cuando se le pregunta por cómo hace para ser joven y líder al mismo tiempo.
“Me siento orgullosa de, a tan corta edad, tener este panorama y poder entender las problemáticas, además de ayudar a los demás a defender sus derechos y a perder el miedo”, comenta Salomé.
En cuanto a la campaña ‘Voces a prueba de balas’, de la que hace parte, asegura que es de gran importancia que los colombianos conozcan las causas de lucha de los líderes sociales y que exista empatía con cada uno de ellos.
“Para nosotros es importante que la gente sepa nuestro trabajo, para que no vuelvan a decir que a los líderes se les mata por un lío de faldas”, manifestó, haciendo referencia a las versiones que surgen alrededor de cada asesinato de un líder social, en especial a esas palabras que pronunció el exministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Ataques
En varias oportunidades han intentado frenar las actuaciones de Salomé para que no pueda seguir con sus objetivos. Fue el caso de una movilización en su departamento por la tarifa diferencial, que beneficiará a estudiantes de estratos 1 y 2.
Según cuenta, ese día un uniformado la señaló de ‘revoltosa’ y le hizo varias acusaciones, mientras la grababa con su celular. Pese a este acto, que considera como una violación de sus derechos, Salomé no pudo denunciar al uniformado, porque nunca pudo identificarlo. “Tapó su nombre y su rango con un chaleco que llevaba puesto”, manifestó.
Pese a todos los intentos de censura de los que ha sido víctima, Salomé sigue en su lucha y cree que en la juventud está la solución, porque serán el futuro del país.
“Lucho porque se nos reconozca como jóvenes de pensamiento libre, que podemos ser ese futuro que necesita Colombia para crear una paz con justicia, con armonía y dejar atrás tantos años de violencia por los que hemos pasado”, dijo.
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