El número de líderes asesinados no para de aumentar. Asesinan al líder social José Antonio Navas, miembro de la Guardia Campesina y Marcha Patriótica.
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José Antonio Navas (55) fue asesinado a tiros en su casa de Tibú (Santander) este jueves. El hombre, quien residía en la vereda Miramonte, era padre de seis hijos.
Navas, un campesino conocido por su amabilidad, era integrante de esta la Asociación Campesina de El Catatumbo (Ascamcat) en el municipio de Tibú y del comité veredal de El Líbano. De igual manera, era directivo de la Junta de Acción Comunal de la Vida en dicho municipio.
Por lo que se sabe, Navas apoyaba la sustitución de cultivos y la creación de reservas campesinas. No se han podido esclarecer los detalles de su asesinato.
“Exigimos que las autoridades esclarezcan el caso. La situación para la Asociación Campesina del Catatumbo es compleja; con Antonio Navas serían cinco líderes nuestros asesinados, dos han sobrevivido a atentados, varios -incluída yo- fuimos declarados objetivo militar, todo el mundo tiene miedo hasta de hablar”, aseguró para Semana un líder de la Asociación campesina (Ascamcat).
Asesinan al líder social José Antonio Navas
Hoy, mientras se presentaba la ruta de protección interinstitucional a líderes sociales del nororiente colombiano, era asesinado en el #Catatumbo el dirigente de @AscamcatOficia José Antonio Navas.
Presidente Duque, hay una matanza en las regiones de Colombia, hay que hacer algo pic.twitter.com/mAwynE9ZRP— Agencia Prensa Rural (@PrensaRural) November 30, 2018
Datos recientes revelados por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) demuestran la gravedad de la situación humanitaria en el país desde el primero de enero hasta el 31 de agosto de 2018. Durante este tiempo, la violencia ha dejado más de 38.000 personas desplazadas y 110 líderes sociales asesinados.
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Según Codhes, estas cifras indican que fenómenos como el desplazamiento forzado y el asesinato de líderes sociales siguen en aumento y afectan a unas poblaciones más que a otras.
Por ejemplo, en el caso de los líderes sociales, de los 110 asesinados este año, 40 de ellos eran de pueblos étnicos. Específicamente, 23 eran afrodescendientes y 17 indígenas.
Además, el 40% de los líderes asesinados pertenecían a las juntas de acción comunal de sus territorios; el 30% trabajaba por la defensa de su tierra; 11% estaba vinculado a procesos de sustitución de cultivos de uso ilícito, y otro 9% pertenecía al sector educativo y a medios de comunicación comunitarios.
Los departamentos donde más ocurrieron los homicidios fueron en Antioquia (24 hombres y una mujer), Cauca (18 hombres), Córdoba (10 hombres y una mujer), Valle del Cauca (10 hombres), Norte de Santander (cinco hombres y dos mujeres), Putumayo (siete hombres) y Chocó (cuatro hombres y una mujer).
Antioquia es el departamento con más asesinatos este año y se resalta que un gran número de ellos eran líderes denunciantes de los efectos medioambientales de la represa de Hidroituango. De la cifra total de asesinatos de líderes, los de Hidroituango representan el 5%.