La reducción de la pobreza en Colombia no se ha visto reflejada de igual forma en el descenso de la desnutrición, aseguró en Roma la primera dama del país, María Juliana Ruiz, que pidió acciones más innovadoras.
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Ruiz destacó en un acto en la sede de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) que, en los últimos ocho años, la pobreza y la pobreza extrema en Colombia se han reducido cerca de un 40 %, pero «eso no es correlativo» y «no se refleja en términos de desnutrición».
Según los últimos datos de la ONU, el número de hambrientos en el país pasó de 4,2 millones de personas en el bienio 2004-2006 a 3,2 millones entre 2015 y 2017, un 24 % menos.
Para continuar la tendencia a la baja, Ruiz llamó a la participación de todos los actores, incluidas las fundaciones, las organizaciones civiles y el sector privado, pensando «como país y no como sector».
«Nos estamos quedando cortos en el análisis de las estadísticas», apostilló la esposa del presidente colombiano, Iván Duque, que instó a mejorar los sistemas de información y promover la industrialización y la innovación desde las regiones para dar oportunidades a aquellos jóvenes desempleados «que perdieron su momento».
«Quizás el mayor aporte de los jóvenes sea desarrollar su potencial de innovación en los servicios sociales», señaló.
La primera dama consideró que el reto de erradicar el hambre para 2030 no solo está ligado a la nutrición, sino también al resto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible aprobados por la comunidad internacional en 2015.
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Desde esa visión más amplia, subrayó la importancia de erradicar los cultivos ilícitos en Colombia y sustituirlos por otros productivos para aumentar la disponibilidad de alimentos, al igual que reforestar y proteger el ambiente con el fin de incrementar la resiliencia frente al cambio climático.