Amputan piernas a bebé de 2 meses tras brutal tortura de su padre: hombre ingresa a cárcel y es salvajemente agredido por reos en venganza

Tony Smith (47) y su pareja Jody Simpson (24) fueron declarados culpables de torturar brutalmente a su hijo de apenas 41 días de vida, hecho por el cual fueron condenados a 10 años de cárcel.

Los padres horribles provocaron al lactante fracturas de los muslos y la parte inferior de las piernas del joven, el tobillo derecho, el pulgar izquierdo y dos huesos en el dedo gordo.

En tanto, cuando los médicos comenzaron a atender de urgencia al pequeño, este se encontraba «gris, echando espuma por la boca y gruñendo, con un cuerpo sorprendentemente hinchado y con múltiples fallas orgánicas», según detalla el Daily Mail.

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De acuerdo a los facultativos, el dolor que padecía el bebé era tan grande que incluso daba muestras de sufrimiento cuando estaba completamente sedado. Pero gracias a las labores de los médicos, el lactante sobrevivió a los ataques.

Lamentablemente, la septicemia y las lesiones dejarán con secuelas al menor. Debieron amputarle las dos piernas y como las articulaciones de la cadera están tan dañadas por la infección, es factible que estas nunca puedan soportar el peso de unas prótesis en dicha zona.

Todo esto ocurrió hace cuatro años atrás, estando ahora el bebé viviendo con otra familia, siendo cambiada su identidad y logrando avances en su recuperación. Esto fue escuchado por el tribunal en medio de la audiencia en contra de los padres.

Tras ser condenados, los dos fueron sentenciados a 10 años de prisión, ingresando Tony a la cárcel. Sin embargo, el pasado 7 de agosto vivió una dura experiencia luego de ser salvajemente atacado y secuestrado por otros reclusos, en venganza por las torturas que cometió a su hijo.

Debido a un error, el hombre fue colocado en una sección de reos vulnerables en la prisión Swaleside en la Isla de Sheppey en Kent, en Inglaterra. Allí, un grupo de presidiarios golpeó al hombre dejándolo con una cuenca ocular fracturada, costillas rotas y una mandíbula rota.

Tras esto, lo retuvieron como rehén en su propia celda por un período de cuatro horas. «Durante ese tiempo lo ataron a una silla y lo atacaron con un calcetín lleno de latas de atún y barras de metal.

«Los guardias de la prisión lograron quitárselo en el momento preciso; tiene suerte de no haber muerto», señaló una fuente de la cárcel.